Tratando de encontrar una explicación a la escasez de agua en el hermoso Valle de Calamuchita, un grupo de ambientalistas se dió cuenta de que en la zona faltaba algo más que el vital líquido: la flora nativa de las Sierras Grandes, de donde baja el 80% del agua que se consume en Córdoba.
Y es que en este sistema montañoso- donde nacen las cuencas hídricas que bañan las partes más bajas- apenas habría quedado el 3% de la vegetación original. Según este mirada, la deforestación ha provocado la erosión de los suelos y así ha disminuido la capacidad de estos para almacenar el agua que cae en verano y después escasea en invierno. De allí la consigna del grupo: “plantamos árboles, hacemos ríos”.
La ONG se lllama Bosques de Agua. El grupo se propuso, en primera instancia, comprar tierras para regenerar el suelo y devolverle al lugar la masa boscosa que permita lograr el equilibrio ambiental. Pero sus integrantes se dieron cuenta rápido de que con eso no era suficiente y se embarcaron en una tarea más completa. Ahora “producen árboles”, los plantan entre los meses de octubre y diciembre, al tiempo que impulsan la ganadería regenerativa sobre las grandes cumbres, para hacer un aprovechamiento óptimo del suelo mediante el pastoreo intensivo en convivencia con los bosques.
“Conociendo esos campos nos dimos cuenta que no bastaba con comprarlos y cuidarlos, sino que había que restaurar los que estaban degradados. Los bosques de altura, cumplen dos funciones principales en relación al agua, que es lo que tratamos nosotros de generar y restaurar. Por un lado generar un suelo fértil, esponjoso y profundo, que le permite a la Sierra retener esa agua, absorberla y que no se pierda, dijo a Bichos de Campo Juan Manuel Martín, uno de los fundadores de la ONG.
En este sentido el ambientalista y resto de los miembros de la Organización están convencido que en este lugar “el agua se siembra”. Pues la combinación de la altura con las especies nativas forman el binomio perfecto para atraer las precipitaciones que alimenten luego las cuencas hídricas.
Mirá la entrevista completa acá:
“Las altas cumbres llegan a los los 2900 metros del cerro Champaquí, que es el más alto de todos. Y después tenés todo un filo que es Pampa de Achala que anda alrededor los 2300 metros de altura. Estos bosques, que tienen la característica de ser bosques de altura, crecen a partir de los 1800 metros de altura hacia arriba. Entonces los bosques por un lado generan ese suelo, son fábricas de suelo que lo regeneran”, explicó Martín.
“Por otro lado, muchas veces en la sierra tenemos tránsito de nubes y no lluvia, y los bosques, cuando están sanos, grandes y fuertes, rastrillan las nubes en su movimiento y caen millones de gotitas al suelo que de lo contrario pasarían de largo.”, añadió.
-¿Cómo era el bosque que se perdió, qué especies tenía?-le preguntamos
–La especie principal que crece a esa altura se llama tabaquillo y también hay maitines. Esta zona de Córdoba, es un lugar muy hermoso, uno tiene la idea de que acá el suelo es árido, seco y hostil, pero si vos te metés en un bosque de tabaquillo parece que estás en otro lado. Dependiendo de la zona hay tabaquillos que tienen dos metros, pero hay tabaquillos que tienen seis metros y que son árboles espectaculares.
-¿Por qué se perdió tanto ese bosque de altura?
–Ese bosque se fue perdiendo, por tres razones principales: una la sierra estuvo muy poblada antiguamente y el único recurso que la gente tenía como combustible era la leña de tabaquillo y, la usaba para construir también. Por otro lado, a medida que fue avanzando la frontera ganadera, la zona se volvió plenamente ganadera y se prendía fuego a los bosques para ganar territorio de pastizal. Después los animales mismos ramonean, comen los brotes, los rebrotes y los árboles chicos, entonces no podía volver el bosque. Esta práctica de las quemas que se practicaba en las sierras para el rebrote del pasto verde para los animales, también hacía que el bosque se vaya degradando.
Siguiendo la ruta del agua, los integrantes de la organización se dieron cuenta que hacía falta plantar más tabaquillo para devolverle al suelo su capacidad de absorción. “Cada vez hay más superficie de piedra en las sierras por la erosión. De ahí vienen esas crecidas gigantescas que vemos en Córdoba en verano, porque la sierra no fue capaz de retener el agua. Entonces se va el agua y se va al suelo y después en invierno, como no hubo capacidad de reservorio, de retener el agua, de regularla, no tenemos agua. Se rompió ese ciclo de regulación”, detalló Martín.
-Entonces emprendieron en repoblar la zona con tabaquillo y otras especies de bosques de altura ¿Cómo lo hacen?
–Es un trabajo duro pero gratificante. Nosotros trabajamos primero en la producción de los plantines. Vamos a los bosques de tabaquillo que todavía subsisten. Colectamos las semillas manualmente, una por una. se cosecha en verano, entre enero y en febrero. Después tenemos todo el ciclo de producción en el vivero en Pampa de Chala, donde producimos los plantines. Eso lleva siembra, cuidado, germinación, hasta que están listos para ser plantados en campo. Plantamos en primavera/verano, que es la época de lluvia, para que los árboles tengan mayor capacidad de raíces y de adaptación, ya llevamos plantados 400.000 árboles, lo que representa unos 1500 arboles por hectárea.
Genios, ésto, repoblar de árboles allí es crucial. Y también aquí en el llano santafesino donde antes estaba salpicado de bosques de algarrobo, ñandubay y chañares. Excelente madera, leña y la chaucha del algarrobo cómo forraje y recursos.
Que buenas estas iniciativas, reforestar con especies nativas y controlar y eliminar las exoticas e introducidas que desplazan nuestra flora y fauna autoctona. Gracias!
Buen día. Vivo en Estancia Vieja Punilla, cómo consigo plantines de Tabaquillo? Otra pregunta: quién controla la entrada de leña de árboles autóctonos a lugares de venta de leña? Acá en la Ruta 38 frente a Estancia Vieja y villa Sta Cruz ese producto sin control. Muchas gracias.