La ganadería bovina argentina llegó al límite de su capacidad y requiere un proceso de acumulación de capital –denominado “retención de vientres” en la jerga pecuaria– para poder dar un salto productivo y alinear así la oferta con la demanda.
El 2025 termina con una faena de hembras que ronda el 48%, lo que implica que, si bien no existe liquidación de vientres, tampoco se inició una fase de retención de terneras. El proceso de acumulación de capital ganadero implica una exigencia que no todos los productores pueden aguantar.
Ahora bien, ¿qué va a suceder en 2026? Esa es la gran pregunta por responder. Algún indicio al respecto puede encontrarse en la última encuesta nacional realizada por la red CREA.
La mayoría de los grupos CREA ganaderos consultados en la Encuesta SEA CREA perciben una buena oferta forrajera y un buen nivel de reservas. En ese marco, la cantidad de vientres en servicio en 2025 en empresas ganaderas CREA es 5,5% mayor que en 2024. Por su parte, la condición corporal es buena o muy buena en todo el territorio nacional.
Sin embargo, importantes zonas productivas de la provincia de Buenos Aires se encuentran con excesos hídricos, y más al sur, en la Patagonia, se presentan problemas de sequía.
Los mayores incrementos informados de vientres en rodeos de cría se registran en las regiones CREA Santa Fe Centro (+31% interanual), NOA (+16%), Oeste Arenoso (+11%), Semiárida (+8%), Sudeste (+8%), Norte de Santa Fe (+8%) y Litoral Norte (+6%).
Si bien los datos muestran que en el presente año existió entre las empresas CREA ganaderas una clara intención de incrementar el stock de cría bovina, en ciertas zonas clave de la zona pampeana ese propósito se encontró limitado por inconvenientes climáticos, muchos de los cuales persisten en la actualidad.
En contraposición, aquellas regiones que no atravesaron problemas climáticos registraron un crecimiento interanual del stock bovino por demás considerable.
Si bien el informe CREA no lo menciona, otro probable factor que interviene en el proceso es la apreciación cambiaria impulsada por la política económica del gobierno nacional, que emplea el tipo de cambio como “ancla” inflacionaria.
Mientras que el valor de la hacienda medido en dólares siga siendo elevado –más allá de la depreciación registrada en los últimos meses–, la tentación para comercializar hacienda seguirá siendo grande, dado que el monto generado, a partir de la atractiva relación de precios, puede emplearse para financiar inversiones, así como también para cancelar pasivos, entre otras alternativas.
Respecto a los planes de peso de salida de los animales en recría y terminación, la mayoría de los empresarios pecuarios CREA está optando por producir bovinos más pesados.
La posibilidad de incrementar el peso medio de faena permite compensar la relativa escasa oferta disponible para atender las necesidades tanto del mercado local como externo.
Adicionalmente, la recuperación de los precios de exportación –por factores geopolíticos y estructurales–, junto con la depreciación del tipo de cambio registrada en los últimos meses, brinda una mayor competitividad de los sectores exportadores, que son los que requieren animales más pesados.
