Hace unos días causaron revuelo algunas noticias que llegaron desde los países del norte de nuestro continente, las cuales anunciaban que grandes compañías globales de la agroindustria y las energías, habían puesto el ojo en la camelina, un cultivo del que poco se sabía hasta entonces.
Incluso dos gigantes como Bunge y Chevron se unieron para comprar una empresa argentina dedicada al desarrollo de este cultivo. En las comunicaciones explicando las razones, se expuso que todo esto se daba para abastecer de materia prima a la generación de energía con baja huella de carbono.
Pero para entender un poco más de esto, decidimos llamar a un especialista para que nos cuente detalles del cultivo y de su aprovechamiento, luego de dejar bajar la espuma por las noticias de las grandes compañías. En ese sendero, el indicado es Percy Bayley, desarrollador de camelina sativa y actualmente responsable comercial de este cultivo en Chacraservicios, la empresa pergaminense que fue comprada por las compañías antes mencionadas.
Bayley aclaró que la camelina es un cultivo de ciclos cortos, resistente a las heladas y con muy baja demanda hídrica, dado que con 200 milímetros en todo su ciclo son suficientes. Esta nueva cenicienta se siembra entre junio y julio en Argentina, y se cosecha los primeros días de noviembre.
Luego de presentarla, el especialista explica que la camelina suele ser promocionada “como el reemplazo a un barbecho, o a un cultivo de cobertura pero con cosecha. Al propósito de la camelina está relacionado a los biocombustibles avanzados”, explica Bayley.
Entonces, ¿qué son los biocombustibles avanzados? “Se definen como aquellos que son desarrollados a partir de un contenido de aceite vegetal que proviene de cultivos no alimentarios”, explica el técnico dando lugar a una de las principales razones por las que los gigantes empezaron a buscar en la camelina una respuesta a sus problemas y culpas.
La camelina cumple con esa especificación, su cultivo no compite con alimentos y la energía renovable del mundo comenzó a virar hacia ese lado. Es decir, se pueden elaborar biocombustibles con este cultivo, sin competir con otros aceites relacionados con cultivos de alimentos, como por ejemplo la palma, el aceite de palma, de soja, la caña, de maíz, o de girasol. “Las regulaciones europeas y estadounidenses empiezan a describir cómo tienen que ir cambiando esa composición en el tiempo para reducir los aceites vegetales relacionados con alimentos, e incrementar los aceites relacionados con este tipo de cultivos que tienen esa particularidad”, analiza Percy.
Con la carta de presentación ya entregada, empezamos a analizar cuestiones puntuales y beneficios para quienes la siembran. Según Bayley, la camelina ofrece buenos dividendos económicos, y ofrece una garantía de colocación del 100%, debido a la actual demanda alta, y con proyecciones crecientes en los próximos años.
“Nosotros hemos articulado es una propuesta donde no hay riesgo comercial, el productor sabe que a través de una carta oferta donde formalizamos la relación con el productor, nosotros entregamos la semilla a canje 2×1, con lo cual por cada kilo que el productor siembra, nosotros le descontamos 2 de grano. En esa carta oferta nos obligamos a comprar el 100% de lo producido. Es un modelo del campo a la planta”, narra el responsable comercial del hasta ahora único semillero fiscalizado de camelina sativa.
Además, profundizó en los números que recibiría el productor en caso de sembrar, partiendo de la base de reemplazar al barbecho, pero “sin competir con el trigo y la cebada”.
“El productor va a poder elegir en dos opciones para liquidar su producción, Estas dos opciones pueden ir desde sesenta días después de sembrar, hasta quince días antes de cosechar. La primera opción consta de 200 dólares de pago fijo por hectárea, más 325 dólares por tonelada. Ese pago fijo lo pagamos de todas maneras, aunque potencialmente no haya producción. Es casi un seguro sobre el capital a riesgo que el productor decide invertir por hacer camelina”, explica Bayley.
La otra modalidad de comercialización de la camelina, tiene que ver con los precios internacionales: “La otra opción está relacionada con el precio soja del mercado de Chicago, precio lleno, tal cual se publica en la pizarra de Chicago más 25 dólares, referencia a noviembre de 2023. Pero además, para las dos opciones, en el caso que el productor llegue a producir 800 o más kilos por hectárea, se gatilla un premio de 50 dólares más por tonelada. Entonces, básicamente, en un cultivo que tiene un costo de 300 dólares por hectárea, si llega a reemplazar el barbecho, que tiene un costo de 80 o 100 dólares, con los 200 dólares de pagos fijos de la opción primera, les cubrimos la indiferencia entre hacer un barbecho y probar a hacer camelina. Ese es un modelo que este año ha tenido muy buena aceptación entre los productores”.
De acuerdo a lo que cuenta el especialista, cada productor recibiría unos 200 dólares de ganancia, pero deberá hacerse cargo del flete y enviarlo a Pergamino. Con la adquisición de esta empresa por parte de Bunge, también se recibirán granos en la planta de Tancacha, Córdoba.
Empero, si está pensando en sembrar camelina y subirse a la moda de las grandes empresas globales, habría que pensar cuales son los requisitos para formar parte de la nueva ola renovable, y las condiciones geográficas.
“Desde el 2018 hasta hoy, hemos sembrado camelina en 10 provincias, desde Embarcación en Salta, hasta Carmen de Patagones, y la camelina se ha adaptado a todos los ambientes. Tenemos los mejores rendimientos en la zona núcleo ampliada, toda la provincia de Buenos Aires, este y sur de Santa Fe, sur de Córdoba, sur de Entre Ríos, este de La Pampa. Hemos tenido, por ejemplo, en San Justo, Santa Fe, el mayor productor de camelina del mundo, como le decimos, porque es un productor que hizo unas 540 hectáreas el año pasado, y este año ya hizo unas 640. Hoy ya tenemos grupos que están haciendo más de 1.000 en la Pampa, por ejemplo”, grafica el especialista.
De esto se desprende que lo que hay que evitar para ser exitoso con la camelina, es evitar los lotes anegables, dado que tiene un comportamiento similar a la arveja.
¿Qué pide Percy a la hora de sembrar? “Nosotros lo que pedimos es, una vez que el productor nos comenta que quiere sembrar el cultivo, le pedimos los KMZ del polígono del lote, (mapeo satelital) con eso verificamos la posible certificación de la producción que vayamos a tener de ese lote. Después le pedimos un poco el historial de aplicaciones y cultivos antecesores, y después le pedimos los datos societarios que están relacionados más al contrato, y con eso ya avanzamos en la coordinación de la siembra”.
Aca es donde hace faltan politicas publicas, para alentar y facilitar propuestas como estas y hacerlas a gran escala.
Hay una hipocresia verde de parte de Europa y Estados Unidos, que no queda mas que aprovechar,
Forma de contacto para saber más sobre la siembra de esta planta .( Un contacto directo )
Muy buena propuesta !!