Dos empresas que están aportando fuerte al prometedor sector de los insumos biológicos para el campo, para ir reemplazando paulatinamente los agroquímicos. Y dos compuestos, la bacteria bacillus y el hongo trichoderma, que al parecer resultan muy útiles aplicados en conjunto sobre los cultivos de soja. La noticia es que ahora los bioproductos vienen en combo.
El producto que está siendo lanzado esta semana se llama Innobio Protergium soja, y por ahora es el único consorcio microbiano del mercado local. Consorcio porque tiene dos compuestos
“Es el primer desarrollo que nuclea la experiencia y calidad de la líder global en productos para protección de cultivos, como es Helm Argentina, con la tecnología Protergium de la multinacional rosarina en biotecnología Terragene”, se indicó en una anticipo para la prensa.
En abril pasado, Helm y Terragene habían anunciado un acuerdo comercial para el desarrollo de productos con biomoléculas y microorganismos inteligentes para protección de cultivos. Este bioproducto es el primer resultado para soja, pero se extendería en próximas campañas a papa, maíz, trigo, cebada y otros cultivos.
El producto sirve para hacer un tratamiento de semillas, como muchos otros bioproductos. Pero su particularidad es que combina las acciones benéficas para el cultivo de soja de dos microorganismos seleccionados cuidadosamente por Terragene: un trichoderma y un bacillus. En 50 ensayos realizados a campo en la región agrícola, según dijeron las empresas, “se obtuvo la misma o mejor perfomance” que con el control tradicional.
“En los lotes demostrativos el resultado fue muy consistente. En más del 80% de los casos tuvimos igual o mejor rendimiento comparándolo con una gran cantidad de productos químicos, como terápicos de semillas, o con los productos biológicos líderes en el mercado”, dijo Osvaldo Barreiro, un técnico de Helm.
¿Pero de qué sirve este producto? Es una suerte de promotor de crecimiento e inoculante. Luego de ser tratadas con este insumo, las semillas de soja echan mejores raíces, que le permiten capturar de mejor modo los nutrientes del suelo y además fijar el Nitrógeno.
“Estos microrganismos no solo quedan en el sedimento de la semilla, sino que se van trasladando al resto de las raíces secundarias y van generando un microclima muy particular alrededor de la planta. Actúan como facilitadores de nutrientes, colaboran en la fijación de nitrógeno, y por supuesto bacillus y trichoderma actúan además como bicontroladores de los hongos”, se indicó.