Hay muy buenos periodistas agropecuarios de norte a sur del país, pero ninguno tan austral como Pablo Caresano, que desde Tierra del Fuego cubre los acontecimientos productivos de toda la Patagonia. Conduce desde hace seis años el programa de televisión Patagonia Sur Sur, donde informa sobre todo de los tradicionales ovinos, pero también de la creciente importancia de la ganadería bovina en la región.
Nos informó Pablo que ante el avance de la pandemia por el coronavirus, que desencadenó esta cuarentena obligatoria en el país que ya lleva casi un mes, las actividades ganaderas de toda la Patagonia están sufriendo efectos críticos que encienden luces de alarma. Es que si bien el agro y toda su logística están exceptuadas, el parate está afectando a los productores patagónicos por varias vías.
Aquí el informe completo del periodista fueguino:
En Chubut, sobre todo en las cercanías de su capital, Trelew, se encuentran los principales feedlots que abastecen los vacunos listos para faena a toda la Patagonia. Esa carne se consume en ciudades como Comodoro Rivadavia, Río Gallegos y hasta Ushuaia.
“En cuanto al alimento y los insumos que demandan dichos establecimientos, esta cuarentena no está afectando su llegada. Los mismos -granos- llegan desde el sur de la provincia de Buenos Aires, fundamentalmente. El tema es que no están apareciendo los compradores, los frigoríficos, que aducen tener todas sus cámaras de frío completas”, explicó Caresano a Bichos de Campo.
La situación en Río Gallegos, dónde se encuentran frigoríficos exportadores del famoso corderito patagónico es también de parálisis. “Muchos cerraron sus puertas desde el inicio de la cuarentena, ante la caída de las exportaciones”, contó Caresano.
En Tierra del Fuego, donde vive este colega, se vive la situación más crítica, debido a que es está época deberían estar sacando de la isla toda la hacienda bovina y ovina hacia los feedlots en continente. Caresano advirtió que los productores no lo están pudiendo hacer básicamente porque no hay demanda de sus compradores habituales.
“Es todo un tema, porque se viene el invierno y ahí empieza a faltar el pasto. Y esos animales no se pueden faenar aquí en la isla porque hay solo dos mataderos municipales, uno en Río Grande y otro en Ushuaia, que no tienen cámara de fío para poder conservar la carne”, describió el periodista.
En cuanto a las tareas laneras, en esta época del año se realiza la llamada “esquila de ojo” (una de las tres esquilas del año y es para que el animal vea y no muera de inanición en el invierno, también se emprolija la zona de la cola) de toda la majada. Esta tarea no se está pudiendo llevar a cabo con las cuadrillas de siempre, aquellas que van bajando de norte a sur, porque hay una decisión de Chubut de prohibir el paso de las comparsas de Río Negro.
Entonces, Caresano relató que hay estancias que están realizando esta tarea con sus mismos y pocos empleados, cosa que van a tardar seis veces más en terminar. El producto lana, mientras tanto, no se está vendiendo. “Todo en stand by ese mercado”, contó.
Pablo nos destacó desde su cuarentena que viven una situación muy particular en toda Tierra del Fuego. “Entran camiones con alimento -para humanos- que vienen desde Buenos Aires pero nada más, nada de insumos para otras actividades. Y además tenemos la situación de Chile, que aquí cerca Punta Arenas se encuentra totalmente vallada y en alarma porque tiene un foco importante de coronavirus, el 10% de todos los casos de su país teniendo solo el 1% de su población”, destacó.
El temor por esto se siente del lado argentino, donde en Río Grande se la pasan desfilando camionetas con magáfonos que ordenan al pueblo quedarse en sus casas. En Tolhuin y Ushuaia, en tanto, los autos pueden circular determinados días según su número de patente.