Un mes y medio después de la “avivada” que muchas empresas exportadoras agrícolas internaron llevar a cabo para eludir el pago de retenciones sobre 8,2 millones de toneladas de granos y subproductos, el ex Ministerio de Agroindustria comenzó a revisar y anular una parte del aluvión de declaraciones juradas de venta al exterior (DJVE) que se presentó horas antes del anuncio de reimplantación de los derechos de exportación a los cereales y la suba del tributo que pagaban la soja y sus derivados.
Con una serie de resoluciones publicadas este viernes en el Boletín Oficial, el organismo a cargo de Luis Miguel Etchevehere, anuló DJVE por cerca de 1 millón de toneladas sobre las 8,2 millones anotadas por un gran número de empresas exportadoras entre el jueves 30 y el viernes 31 de agosto. Con esta medida, esos embarques no podrán esquivar los nuevos tributos de exportación, de 3 o 4 pesos por cada dólar exportado, que se anunciaron finalmente el lunes 3 de septiembre.
A la cabeza de las anulaciones de DJVE aparece, con 660 mil toneladas, la compañía de origen estadounidense ADM, unas de las que más embarques anotó ante Agroindustria en aquellas 48 horas de furia. Pero también se anularon 100 mil toneladas de maíz anticipadas por la semillera Monsanto y un embarque de 50 mil toneladas de los brasileños de Amaggi. Luego hay muchas firmas pequeñas que anotaron pequeños negocios son cultivos especiales, como garbanzos o maíz pisingallo, Ahora todas ellas, al no poder demostrar que tenían en su poder la mercadería que decían iban a exportar, deberán pagar las retenciones vigentes. No podrán eludirlas.
Pensando de buena fe, el aluvión de DJVE se desató por la impericia del propio Gobierno. Sucede que el miércoles 29, el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, anticipó en medio de la negociación con el FMI que iba a haber anuncios de nuevas medidas económicas el lunes siguiente. Todo el mercado dio por descontado que finalmente llegaría la suba de retenciones tantas veces desmentida. Finalmente esto sucedió el lunes 3 de septiembre. Es decir que las cerealeras tuvieron 48 horas, durante dos días “hábiles”, para adelantar declaraciones de exportación por más del 10% del saldo exportable de todo un año.
Mirá la nota de Bichos de Campo que anticipó el aluvión de DJVE
La situación, anticipada solamente por el diario El Cronista y por Bichos de Campo, fue posible porque Agroindustria no cerró preventivamente el Registro de exportaciones, como sí había hecho en situaciones anteriores. Etchevehere recién firmó una resolución en tal sentido el viernes 31 a las 14 horas, cuando la maniobra estaba consumada. Esto habilitó la sospecha de una cierta complicidad del gobierno con las grandes exportadoras agrícolas e incluso motivó una denuncia penal de sectores ligados al kirchnerismo contra el ex presidente de la Sociedad Rural y actual secretario.
A regañadientes, en estricto off the record, funcionarios de Agroindustria admiten que si no cerraron a tiempo el registro de DJVE fue sencillamente porque ni siquiera fueron consultados por Dujovne y su equipo sobre el nuevo esquema de retenciones que se anunció el lunes. En el entorno de Etchevehere, en rigor, recién se enteraron de los detalles de los anuncios el domingo por la tarde.
Por eso, ni bien se conoció el nuevo esquema de retenciones (de 3 o 4 pesos por dólar exportado para todos los productos, manteniendo además una tasa adicional de 18% para la soja y sus derivados, que lleva el tributo hasta 30% en ese rubro), Agroindustria anunció que revisaría todas las DJVE presentadas esos dos días de furia. Las resoluciones publicadas ahora, que anulan negocios por casi 1 millón de toneladas, son los primeros resultados de ese trabajo.
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“Fue todo legal”, decían los exportadores cuando fueron acusados de llevar a cabo una maniobra. Y razón no les faltaba, pues el registro permaneció abierto por decisión o impericia del propio Gobierno. De todos modos, como esto ya sucedió a fines de 2007, existe una ley llamada por el nombre de su autor, el senador Martínez Raymonda, que establece que las empresas deben acreditar la tenencia de la mercadería que declaran en cada DJVE ante un eventual cambio del esquema de retenciones.
Revisar esos papeles en cada caso es el trabajo que están haciendo los equipos de Agroindustria en estos momentos. Falta saber cuál es la situación de muchas otras grandes cerealeras que anotaron negocios esos días, como Cargill, Bunge, Cofco o AGD. “Este trabajo continúa”, dijeron voceros oficiales.
Si no se hubiera revisado esta catarata de DJVE dudosas, el Fisco hubiera dejado de percibir más de 200 millones de dólares en retenciones, de los cuales ahora podría cobrar una buena parte. Cabe esperar que en las próximas semanas esa cifra de potencial daño a la recaudación vaya reduciéndose, al compás de nuevas resoluciones.