Las grandes empresas agropecuarias locales están muy activas en el mercado de capitales. La semana pasada, por ejemplo, Rizobacter lanzó nuevamente obligaciones negociables (ON), en este caso por 17 millones de dólares. Según explican desde la empresa, el dinero recaudado será utilizado como capital de trabajo y para apalancar el negocio de la tecnología HB4 (de tolerancia a estrés hídrico en soja y en trigo).
Desde que Rizobacter integra el grupo Bioceres, sin dudas, ha logrado una fuerte exposición en el mercado local con la toma de deuda a mediano plazo. Pero lo cierto es que la empresa de Pergamino no es la única que hoy recurre al mercado de capitales para financiarse a buenas tasas con la emisión de Obligaciones Negociables, del tipo dólar ‘linked’.
Justamente el dólar ‘linked’ es hoy una de las opciones más atractivas tanto para inversores como las empresas porque son títulos de deuda nominados en dólares, pero con la particularidad de que tanto los pagos de renta como los de amortización de capital se efectúan en pesos, según el tipo de cambio de referencia de la emisión.
Otra de las empresas que optó por esta manera de financiación fue Ledesma, la azucarera, que semanas atrás emitió ON por un total de 20,6 millones de dólares. La empresa planea usar los fondos netos provenientes de la colocación para financiar en parte la próxima zafra azucarera y para inversiones de capital del ejercicio 2020/21.
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MSU, otra de las empresas de las que venimos hablando en esta sección, también recurrió al mercado de capitales durante las últimas semanas para la emisión de obligaciones negociables. El principal grupo de siembra de la Argentina recaudó 15 millones de dólares y recibió sobreofertas por parte de los inversores por un total de 182 millones de dólares.
Según explican los analistas y estructuradores de este tipo de emisiones, en las próximas semanas podría haber nuevas colocaciones provenientes del sector agropecuario, porque justamente es uno de los sectores que fue menos afectados por la pandemia y que a la par necesita capital de trabajo para apalancar sus operaciones en un mercado que se muestra al menos errático.
En el otro extremo, otra de las noticias de la semana viene de la mano de la láctea SanCor. Como contamos semanas atrás, la cooperativa láctea continúa negociando con el fondo de inversión BAF para recuperar el control de la unidad de postres y yogures que vendieron tiempo atrás.
Pero la novedad es que en paralelo SanCor consiguió saldar la millonaria deuda que tenía con la municipalidad de Sunchales, provincia de Santa Fe, donde está su casa central. Luego de meses de negociaciones, la compañía llegó a un acuerdo en el que a cambio de cancelar una deuda de poco más de 9,5 millones de pesos, le entregó al municipio tres inmuebles rurales, dos vehículos y dos cheques de pago diferido.
Hoy SanCor debe recurrir a este tipo de planes para cancelar sus deudas con diferentes organismos estatales porque no cuenta con el capital de trabajo necesario para hacerle frente a sus compromisos impositivos de larga data. De todas formas, desde la empresa se entusiasman con que lentamente están recuperando su capacidad de procesamiento de leche, que a principios de año había caído a alrededor de 350.000 litros diarios y hoy está en poco más de 650.000 litros.
Finalmente, el famoso fideicomiso con el que planean que sus acreedores capitalicen deuda quedaría recién para el último tramo del año. Según explican, el plan de recuperación está en marcha pero todavía quedan diversos aspectos legales que pulir.