En el inicio de la semana, un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados buscará emitir dictamen a favor del proyecto de ley de etiquetado frontal en los alimentos. De esta manera se habilitaría su tratamiento en el recinto luego de haber obtenido además media sanción en el Senado.
Esta iniciativa despertó una vez más señales de alarma en las empresas alimenticias, por considerar que no contempla una unificación de la normativa para el bloque del Mercosur. Además, el sector fabricante critica la base del cálculo con el se estipulan las advertencias para los consumidores.
A modo de ejemplo, la Copal elaboró una guía que explica que los productos lácteos que están dentro de los grupos recomendados para la población, igualmente quedarían etiquetados con dos o tres sellos de advertencia según lo establecido por el proyecto de ley. Básicamente dicen que no se considera el contenido intrínseco de cada uno de los nutrientes del producto, como lo son la lactosa o la grasa de la leche.
En cambio, una gaseosa tendría solo un sello porque mostraría exceso de azúcar.
Aquí se abre el debate sobre si este tipo de etiquetado, sin ningún tipo de explicación para los consumidores, solo terminaría siendo “demonizador” de muchos alimentos de consumo básico.
En este marco, el Centro de la Industria Lechera (CIL) indicó que la norma que se tratará la próxima semana en Diputados “hará que en el Mercosur los productos lácteos argentinos estén en inferioridad de condiciones respecto de los de otros países, y que un mismo producto lácteo en Argentina lleve dos sellos y en Brasil ninguno”, afectando así las exportaciones.
Siguiendo con las alimenticias, esta semana Arcor celebró su 70 aniversario y, en este contexto, su CEO Luis Pagani adelantó los planes y estrategias comerciales del Grupo. En primer lugar, la apuesta continúa firme en la internalización, es decir, la empresa que nació en Arroyito, Córdoba, quiere crecer en los mercados internacionales pero no solo con exportaciones sino también con plantas industriales fuera de la Argentina.
Por lo pronto, antes de fin de año se espera la inauguración de su primera fábrica en Angola donde fabricará su tradicional golosina Bon o Bon, además de chocolates y galletitas, entre otros productos.
Según Pagani, gracias a su desembarco con una planta propia en África el grupo conseguirá una mayor presencia en este continente además de poder exportar a nuevos destinos desde esta unidad industrial. En tanto, su asignatura pendiente continúa siendo un desembarco similar en Asia, en donde está buscando un socio local.
Actualmente, el 30% de los ingresos de Arcor corresponden a las exportaciones y su presencia en mercados externos. Justamente esta división de negocios fue clave para no caer cuando el consumo en la Argentina no termina de repuntar.