Muy pocas son las empresas que se están beneficiando con la cuarentena obligatoria de la población. En este selecto grupo se destacan los molinos harineros, que vuelcan su producción al mercado interno. Molino Cañuelas y Morixe Hnos están festejando el boom de ventas de las últimas semanas.
Solo Morixe Hnos, comanda por el empresario Ignacio Noel, también cabeza del Grupo Sociedad Comercial del Plata, informó que durante marzo pasado sus ventas se incrementaron 64% en comparación al mes anterior. En este marco, la empresa no dudó en ejecutar una inyección de capital de 1,5 millones de dólares que será utilizado como capital de trabajo.
En tanto Molino Cañuelas, aunque siga muy complicada financieramente al no poder reestructurar su millonaria deuda bancaria, festeja también esta buena nueva en un mercado que no mostraba señales de crecimiento desde hace al menos tres años.
Lo cierto es que el panorama para todos los molinos no es igual, porque, claro, mientras crece el consumo de harina fraccionada en las góndolas, se derrumbaron más del 50% las ventas en las panaderías. “Los molinos que le venden exclusivamente a las panaderías y casas de pastas frescas están cortando clavos”, grafican desde el sector. Así es que esta industria que ya venía un tanto golpeada por la falta de financiación hoy mira con recelo “la moda” del pan casero en los hogares argentinos.
Otra alimenticia que estuvo muy activa en los últimos días fue Arcor. No solo tuvo que afinar sus procesos productivos y de logística con protocolos especiales para asegurar la salud de sus empleados, sino que también no le sacó de encima el ojo a su mega proyecto de inversión en Angola. La pandemia no frenó el plan de la empresa de Luis Pagani para inaugurar en los últimos meses de este 2020 su propia planta de producción de golosinas y galletitas en el país africano.
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Tanto es así que la semana pasada Arcor informó a la Bolsa porteña que hizo un aporte de capital de 100.000 dólares para financiar este proyecto que demandará una inversión total de 45 millones de dólares, que la empresa de golosinas está ejecutando con un socio angoles.
Cuando esta planta industrial comience a funcionar, sería la primera de la empresa fuera de Latinoamérica y a la vez le permitiría llegar con mejores precios y distribución en países vecinos a Angola, tales como el Congo, Zambia, Namibia y Bostwana, mercados en donde Arcor ya tiene presencia.
En paralelo, la empresa también concretó un aporte de capital a su subsidiaria en Brasil, pero en este caso para cancelar deuda bancaria por un monto total de 5 millones de dólares. El país vecino es el segundo mercado en importancia para Arcor, después de Argentina, con alrededor del 12% de sus ventas totales.
Finalmente, también hubo novedades por parte de Vicentin durante esta semana. O más bien, por parte del síndico que lleva adelante el concurso de acreedores de la empresa. Según dejó trascender la justicia de la provincia de Santa Fe, en las próximas semanas se pondrá on line un sitio web para que los acreedores puedan seguir de cerca el proceso concursal.
Además, se estaría evaluando la posibilidad de que la justicia habilite el correo electrónico para los trámites no presenciales -como la verificación de dudas- para de esta manera acelerar el proceso mientras dure la cuarentena obligatoria.