A pesar de que en las próximas semanas la justicia comercial concretará formalmente la apertura del concurso de acreedores de Vicentin, la firma agroindustrial continúa insistiendo en cerrar un acuerdo extra judicial con sus acreedores del sector productivo.
En este marco dejó trascender una nueva propuesta que contempla una quita del 50% a pagar en contado y en pesos. De esta manera la firma echó por tierra su promesa inicial de pagar la totalidad de la deuda contraída con sus acreedores del sector primario.
Todo parece indicar que la compañía, comandada por Alberto Padoan y Gustavo Nardelli, no está dispuesta a perder a pesar de su default que supera los 1.300 millones de dólares.
Sin embargo, su principal acreedor, el Banco Nación a quien le adeuda más de 18.300 millones de pesos, endurecería su postura en los próximos días y aquí la empresa no tiene muchas chances de negociación. Por eso intentaría primero un acuerdo con sus proveedores de granos y luego encararía el pago de su millonaria deuda con la entidad pública.
En paralelo, y pese a lo que habían dejado trascender la empresa, por el momento no vendió ninguno de sus activos, a pesar de que recibió ofertas concretas de compra. Sólo se desprendió de un porcentaje de la firma dedicada al biodiésel Renova, que tiene en asociación con Glencore. Quizás lo más llamativo es que el dinero que ingresó de esa operación tampoco fue destinado para rescatar a la firma del default, ya que la venta se concretó al menos un mes antes de que entrara en cesación de pagos.
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Lejos de la crítica situación de Vicentin, pero también muy complicada por su deuda en dólares, está la firma Los Grobo. A pesar de que hizo un drástico cambio de estrategia, dejando de lado la producción primaria para focalizarse en el acopio de granos y la venta de insumos, sus números continúan en rojo.
Es más, en los últimos cuatro años terminó todos sus ejercicios económicos con signo negativo. Y sigue sin poder cortar la mala racha, según se puede ver en su último balance parcial por el período de seis meses, en el que informó que ya acumula pérdidas por poco más de 310 millones de pesos.
“Tanto en este ejercicio como en el anterior, el resultado financiero proviene principalmente de la exposición de activos y pasivos en moneda extranjera, explicado por la fuerte devaluación que ha sufrido el país. Parte de esta exposición surge como consecuencia al cambio en la estructura de financiamiento con respecto al mismo período del año anterior, donde se estructuró la deuda financiera en moneda dólar y a mayor plazo (obtención del préstamo sindicado y préstamo del exterior), versus estructura de deuda a menor plazo del periodo anterior”, detalla la memoria del último balance de la empresa cerrado en diciembre.
En este marco, y a pesar de que la empresa continúa acumulando resultados negativos, mantiene esperanza respecto al futuro, que tiene que ver más con las buenas perspectivas para el sector agroindustrial que de la economía en general.
Así cierra la memoria de su balance presentado recientemente en la CNV: “Vemos al país enfrentando inestabilidad económica y financiera ante la incertidumbre del proceso posteleccionario y la situación macroeconómica. En lo que respecta a nuestro sector, las condiciones climáticas favorables de los últimos meses nos permiten ser optimistas respecto de la campaña agrícola actual. La Argentina sigue siendo un país de ventajas comparativas en la agroindustria que sin duda nos encontrará como actores principales del desarrollo y expansión del sector agro”.