A pesar de la cuarentena obligatoria dispuesta por el Gobierno para frenar el avance del coronavirus, las empresas del agro no detuvieron su marcha. Tal es el caso de la firma semillera Asociados Don Mario que la semana pasada presentó los resultados de su balance 2019 en el que registró ventas por poco más de 6.800 millones de pesos y una ganancia después de impuestos de 762,3 millones.
Si bien la empresa argentina que tiene más del 50% del mercado de soja local logró crecer 13,5% en facturación y 53% en sus ganancias respecto al ejercicio anterior, marca desde la memoria de su último balance que lamentablemente la utilización de semillas de soja no fiscalizada fue en aumento durante la última campaña agrícola.
“Cabe destacar que aun cuando se mantienen los valores de participación de mercado de años anteriores, la proporción del mercado que reconoce la propiedad intelectual sobre el germoplasma (incluyendo bolsa de semilla fiscalizada genuina y aquella de uso propio contra el pago de regalía extendida) sería levemente inferior respecto al año anterior”, detallan desde la firma comandada por Gerardo Bartolomé.
En cuanto a las perspectivas para el próximo ciclo, desde Don Mario detallan: “Para la siguiente campaña de soja se estima un crecimiento en la superficie sembrada. Sin embargo, debido a las recientes informaciones de suba de retenciones al cultivo soja y sus derivados, estimamos que podría caer la legalidad respecto al año anterior”. Esto es, más “bolsa blanca” y menos regalías para quienes investigan variedades.
Mientras tanto, también durante la semana pasada y al filo de la cuarentena obligatoria, el directorio de Vicentin se reunió en asamblea para planificar los pasos a seguir después de que la justicia comercial decretara la apertura del concurso de acreedores. Lo cierto es que durante la reunión no solo hubo enfrentamientos entre las familias dueñas de la empresa sino que también poco se pudo proyectar respecto al futuro de la sociedad.
Los dueños de Vicentin querían reactivar sus dos plantas de procesamiento a partir de la próxima semana, es decir los primeros días de abril. Pero ante el actual contexto nacional y la incertidumbre que genera el coronavirus, todo por el momento quedó en stand by.
En concreto ya está prácticamente confirmado que el Gobierno extendería la cuarentena obligatoria al menos una semana más y a la par durante los días subsiguientes se continuaría recomendando el distanciamiento social.
Según detallan fuentes del sector, si bien esto no tiene porqué afectar a la agroindustria ya que es una de las actividades exceptuadas, el panorama es más complejo para la aceitera Vicentin, porque el Grupo deberá sortear antes los desafíos que generan este particular contexto.
Las dificultades crecerán especialmente ahora que, según algunos medios rosarinos, el principal ejecutivo de la aceitera en default, Gustavo Nardelli, habría sido encontrado en un lujoso yate de su propiedad navegando por las aguas del Paraná viejo, mientras el resto de los argentinos debe cumplir una cuarentena forzosa en sus casas.