La firma alimenticia Arcor anunció esta semana los resultados económicos de su balance 2020: logró salir del rojo del 2019 luego de ganar poco más de 5.441 millones de pesos. Eso sí, lo hizo a fuerza de un severo ajuste de costos en su estructura productiva que ya había comenzado a perfilar el año anterior.
Según la información que el Grupo Arcor envió a la Bolsa de Comercio, finalizó el ejercicio económico comprendido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2020 con ventas de 177.011,5 millones de pesos y obtuvo un resultado consolidado final total de 5.441,8 millones, que representó el 3,1% de las ventas consolidadas. En comparación con el ejercicio anterior, las ventas totales del conglomerado disminuyeron un 3,5% en pesos.
Las operaciones de Arcor en la Argentina constituyeron el 68,2% de las ventas consolidadas, mientras que las ventas en el exterior representaron el 31,8% restante.
Respecto del impacto del congelamiento de precios y la pandemia, comentó la empresa en su balance que esa combinación “afectó los volúmenes de ventas y los costos operativos de algunos de los negocios, tanto en Argentina como en el exterior”.
Arcor es otra de las grandes empresas del sector alimenticio que no solo está perdiendo volumen de ventas, por la caída general del consumo producto de la crisis económica local, sino que también se encuentra embretado en la política de contención de precios del Gobierno, lo que le imposibilita trasladar la totalidad del incremento de sus costos de producción a los valores en las góndolas.
Quizás un punto a favor que tiene la compañía es que poco más del 30% de sus ingresos proviene del mercado externo, y de esta manera consigue compensar parte de las pérdidas del mercado local. En este contexto, avanza con su proyecto para instalar una fábrica en Angola en la que ya desembolsó 222 millones de dólares para su construcción.
Así es que mientras Arcor ajusta y proyecta en el exterior, otra local de proyección internacional salió a capitalizarse en el mercado de valores. Cresud, la unidad de negocios agropecuarios del grupo que encabeza el empresario Eduardo Elsztain, concluyó la suscripción de 90 millones de nuevas acciones y el total fue colocado entre los propios accionistas de la compañía.
Según detalló la firma, se recibieron ofertas de los actuales accionistas por poco más de 87,2 millones de nuevas acciones, es decir alrededor del 97% de las acciones ofrecidas. Las acciones se colocaron a 0,472 dólares por unidad, por lo que el monto total de la emisión ascendió a 42.480.000 dólares.
La operación de Cresud cobró relevancia porque constituye la primera oferta pública de una empresa argentina desde 2017, en un contexto de crisis económica agravado por la pandemia.
Desde Cresud señalaron que hubo cuatro razones que explican el fuerte interés que generó esta colocación: el buen momento por el que atraviesan los precios de los commodities; el ‘track record’ de Cresud, que actúa en la Argentina desde hace 85 años; la diversificación regional de su portfolio de activos, con campos en Brasil, Bolivia y Paraguay desde el proceso iniciado en 2006; y la diversificación de las actividades de la compañía.
Con esta suscripción cerrada, el aumento de capital de Cresud actualmente es de 18%.