Si algún trasnochado creyó que extirpar el área de Agricultura Familiar de la vieja estructura de la Secretaría de Agricultura había sido una buena decisión (fue lo que hicieron los cráneos del Movimiento Evita cuando querían unificar todos los organismos bajo su tutela en la Jefatura de Gabinete), ahora debe estar lamentándose seriamente: En tiempos de Javier Milei ese organismo sigue e la deriva, sin autoridades designadas para dirigirlo, dependiendo del Ministerio de Capital Humano a cargo de la libertaria Sandra Petovello.
“A casi 2 meses de asumido el nuevo gobierno, aún no tenemos autoridades designadas en el organismo. Esta acefalía implica una falta de lineamientos que guíen las políticas públicas y estructuren nuestras funciones cotidianas, objetivos, plazos, tareas, etc. A esta falta de gestión política se le suma una deficitaria gestión administrativa, con cambios constantes de funcionarios que aún no han logrado ordenar los procedimientos correspondientes para garantizar, por ejemplo, el cobro de la totalidad de los sueldos y la renovación de contratos”. Ese es el escenario actual descripto ahora por los trabajadores y sus delegados.
Los representantes gremiales de este grupo de trabajadores dependientes del INAFCI (Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena), el esperpento burocrático soñado por los líderes del Movimiento Evita para dotar a ese organismo de autonomía, llegaron desde 15 provincias y se reunieron esta semana para analizar la situación, y eventualmente “definir acciones gremiales ante la incertidumbre que genera la inoperancia de la gestión de Capital Humano”. según señala un comunicado.
Es que el telón de fondo no parece nada sencillo para ellos. El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que en el área de Petovello “emprendió un plan de optimización de recursos”, y anunció 758 despidos y 6400 contratos que están en revisión, en todos los organismos que han pasado a depender del Ministerio recientemente creado.
Frente a esta amenaza latente, los delegados de ATE manifestaron que “cabe preguntarse quién tiene la capacidad de revisar nuestras tareas y desempeño, quién va a evaluarnos, y en base a qué criterios, ya que no hay ni lineamientos políticos ni procedimientos administrativos adecuados para gestionar la cantidad y diversidad de organismos y trabajdores que han amontonado bajo su órbita”.
Lógicamente se declararon en estado de alerta y movilización, pendientes de lo que pudiera suceder. En un comunicado, recordaron que ellos trabajan “brindando asesoramiento técnico a productores de la agricultura familiar, campesina e indígena. Este sector produce alimentos de calidad y abastece los mercados regionales y la mesa de argentinos a precios accesibles”.
“Requerimos con urgencia que se designen autoridades y se pongan a laburar para dar respuestas y definiciones a las problemáticas de trabajadores y trabajadoras del Instituto y de productores y productoras del sector de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena”, pidieron a Petovello.
“…a fin de garantizar, por ejemplo, el cobro de los sueldos y la renovación de contratos”. O sea, que lo unico que está en peligro son los sueldos de las “trabajadoras y trabajadores” del “esperpento burocratico”. De la provisión de semillas, del crecimiento de la lechuga y de la ensalada en la mesa de los supuestos beneficiarios de los programas, ni una palabra. Sigan al garete, pues
Soy un jubilado de La Rioja quien trabajó por varios años en esa área, Agricultura Familiar en si comienza en los 90 como PSA ( Programa Social Agropecuario) programa que llegaba con asistencia técnica y crédito blando a miles de pequeños productores , productores no visibiliza dos por el centralismo porteño, fue un arduo y largo proceso, desde los 90 hasta nuestros días, se crearon organizaciones, cooperativas, miles de productores tuvieron acceso a crédito ( 90% de devolución) etc etc buscando entre otras cosas el arraigo de estos pequeños productores, evitando en lo posible su migración hacia centros urbanos
Esto no nació ayer repito, son muchos años de trabajo de técnicos extensionistas que montados a caballo, mula o en vehículos llegamos y asistimos a miles de estos pequeños productores en todo el país y no desde una oficina con aire acondicionado o desde un programa Excell como pretenden gobernar estos improvisados, hay que conocer las distintas realidades, y a partir de ahí tomar las mejores y posibles decisiones que hacen al bien común
En esa área específica hay profesionales, técnicos, administrativos con 20 y más años de experiencia y como cualquier trabajador que se precie de tal, obviamente le preocupa su salario, sus legítimos ingresos, en definitiva conservar su bien ganada fuente laboral