La caída en la oferta de ganado con destino al abastecimiento del consumo doméstico impulsó los precios. Desde la Navidad pasada, la hacienda bovina acumula una recomposición del orden del 40/45%, dependiendo de la categoría.
Según los datos que publica Senasa, no hubo una caída en la oferta de la hacienda total enviada a los frigoríficos, aunque sí cayeron las ventas de hacienda liviana y aumentaron las de vacas. Las hembras representaron en el primer bimestre del año el 48% de la faena total, cuando el año pasado promediaron el 45,5%.
La baja en la disponibilidad de ganado terminado en corrales es notable y se refleja en la estadística de la Cámara Argentina de Feedlot. Al inicio de marzo de este año la ocupación de los corrales era de sólo 51% de la capacidad instalada, contra el 66% de igual mes del año pasado. La baja ha sido del 22%.
La misma tendencia se desprende de los datos que maneja Senasa y que publicó la consultora Agroideas, que en su informe mensual indica una baja en los encierres de entre 170.000 y 190.000 cabezas al menos desde diciembre.
La menor oferta de hacienda liviana llevó a una caída del consumo de carne, que recientemente fue estimado por Ciccra (Cámara de la Industria y Comercio de Carnes): “El consumo per cápita de carne vacuna equivalió a 55,4 kilos al año (considerando el promedio móvil de los últimos 12 meses) y resultó 4,5% menor al de febrero de 2018. En tanto, cuando se considera el promedio del primer bimestre de 2019, el consumo aparente per cápita equivale a 50,8 kilos por año y se ubicó 9,9% por debajo del nivel alcanzado en el primer bimestre de 2018”.
La menor oferta, y no una demanda fortalecida, fue la que empujó la reacción en las cotizaciones de la hacienda para faena. Esta corriente alcista tuvo un traslado parcial a la invernada y, a criterio de los consultores de Agroideas, permite una recomposición en la renta de todos los eslabones de la cadena ganadera.
“Esta suba de precios permitirá tener rentas más equitativas y sostenibles a lo largo de la cadena, a diferencia de lo ocurrido el año pasado”, enfatizó la consultora. Según este razonamiento:
- Con estos niveles de precios mejora el negocio del criador, si bien la suba del ternero de invernada no fue similar a lo ocurrido con los valores del gordo.
- El feedlot comienza a “sacar la cabeza del agua” luego del segundo semestre con importantes pérdidas y de magnitud significativa dependiendo de la escala. En este caso es importante destacar que mejoró la relación maíz – carne y que el precio del gordo empata a la invernada que históricamente fue más cara.
- Respecto a la exportación, que el año pasado tuvo muy buenas rentabilidades el informe indica: “si bien podría parecer que la exportación se le complicaría el negocio, el grueso de los envíos está destinado hacia China y en dónde la gran suba del precio de la vaca había ocurrido el año pasado. Si bien los valores de la Cuota Hilton son menores a los de un año atrás, la suba de precios en el mercado interno favorece la integración de la media res entre el consumo y la exportación”. Además hay que tener en cuenta que en la última semana el dólar se devaluó 10% y eso vuelve a mejorar su competitividad.
Los consultores de Agroideas creen que la recomposición de los valores ayudará a disminuir en los próximos meses la alta faena de hembras, que promedió 48% en enero y febrero, espantando así los fantasmas de una nueva liquidación del stock ganadero.
“Con la importante suba de precios ocurrida en estos dos últimos meses y la consecuente mejora financiera del productor, la faena de hembras en los próximos meses tenderá a disminuir eliminando una posible liquidación de vientres para estabilizarse en guarismos de equilibrio”, afirmó el informe.