Ya se venía olfateando en el aire. Pero Gonzalo del Piano, gerente general de Agricultores Federados Argentinos (AFA), dio detalles en las últrimas horas sobre la estrategia de la empresa cooperativa para avanzar en el mercado de los biocombustibles.
Esta misma semana AFA anunció la firma de un convenio con ADNOC Global Trading, una de las principales comercializadoras de petróleo del mundo, perteneciente a un grupo energético que es propiedad al 100% del Gobierno de Abu Dabi, en Emiratos Árabes Unidos.
Esta alianza, según explicó el directivo, busca explorar el abastecimiento de bioetanol para esa región, lo que sería un paso importante para la transnacionalización de la empresa.

En el congreso de Agroeducación en Rosario, Del Piano sostuvo que el convenio “nos abre muchas puertas para desarrollar potenciales proyectos conjuntos, pero todavía estamos en una etapa de análisis, de investigación sobre las tecnologías que se podrían aplicar y los formatos en los que esto podría realizarse”.
Agregó que “el interés de ADNOC, y en general de estos grandes grupos energéticos, es diversificar y apostar por los biocombustibles, especialmente por bioetanol y quizás también por SAF para la aviación”.
Para producir el bioetano que quieren vender a ADNOC, la cooperativa tendría que “hacer una inversión significativa”, describió el cooperativista, quien insistió: “Estamos hablando de un proyecto ambicioso con fuerte capital, que requiere cambios en la ley que regula los biocombustibles en Argentina”.
Actualmente, la normativa vigente está bastante cerrada por los cupos y limitaciones que impiden la entrada de nuevos actores y restringen la expansión de la producción más allá de ciertos límites. “El esquema con el que contamos hoy limita mucho las posibilidades de desarrollo, ya que los cupos se asignan y los precios están regulados, por lo que si queremos ampliar la capacidad debemos lograr modificaciones en la legislación”, explicó el directivo.
El ejecutivo subrayó que ” Argentina tiene potencial para crecer en este sector, ya que a diferencia de países vecinos como Brasil, Uruguay y Paraguay, que ya tienen cortes de biocombustibles del 25%, aquí estamos en torno al 12%. Creemos que en algún momento esto debe cambiar, y es fundamental que las políticas públicas acompañen esa intención de crecimiento”.
Según contó, la idea de la industria es aumentar paulatinamente la participación del biocombustible en las naftas, tanto por motivos económicos como ambientales, y “esto también pasa por modificar los incentivos fiscales y la estructura de controles para favorecer la competencia y la inversión privada”.
Sin embargo, el gobierno recientemente redujo los cupos en el caso del biodiésel y desde las grandes empresas del sector consideraron que es un paso el falso y que apunta a que se destine menos soja y derivados a ese destino, para recaudar más por retenciones. La urgencia fiscal parece ser la que manda.
En el caso del SAF para la aviación dijo Del Piano que “la idea es construir una planta que permita producir volumen de bioetanol y, a su vez, explorar nuevas tecnologías que están por venir, con el objetivo de aprovechar mejor la materia prima y aumentar la eficiencia de los procesos”.
Sin embargo, reconoció que la tecnología y la materia prima aún no están completamente definidas, y que “la firma de un acuerdo que garantice inversiones y flujo de trabajo depende en gran medida de las condiciones regulatorias y de la legislación local sobre biocombustibles”, insistió.
A nivel tecnológico, el gerente de AFA explicó que además del bioetanol, están explorando inversiones en SAF (Sustainable Aviation Fuel) para aviones, “un mercado aún incipiente pero con gran potencial de crecimiento”.
“No está tan claro todavía qué materia prima ni qué tecnología se van a usar, pero estamos recopilando información y compartiendo conocimientos con actores internacionales para ver qué opciones son viables y sostenibles”, afirmó.
En ese sentido, puntualizó que “nos interesa mucho participar en este proceso, porque creemos que el futuro está en estos combustibles sostenibles y en nuevas tecnologías que permitan reducir las emisiones y aprovechar mejor los recursos naturales”.




