A ver… Vamos de nuevo. El Ministerio de Agricultura, a través de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (ex ONCCA), informó que “ya son 12 las empresas suspendidas o dadas de baja” del Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA), mientras que “otras 5 firmas se encuentran intimadas para presentar requisitos faltantes”. Según el comunicado oficial, suman 17 las compañías sospechosas de cometer infracciones.
Eso fue hoy, 31 de mayo.
Hace dos meses, el 29 de marzo, el flamante director de la ex ONCCA, el contador Luciano Zarich, había informado en otro comunicado oficial que se habían suspendido del RUCA “a 15 exportadoras de carne por evadir controles del Estado”. Textual. Ese era el título del comunicado que hasta fue replicado por la agencia internacional Reuters. Pero Agricultura, en esa ocasión, no aportó los nombres de las empresas supuestamente infractoras.
Parecía que estaban controlando. Pero solo parecía. A los pocos días, con la excusa de esos supuestos 15 infractores, el gobierno implementó nuevos controles a la exportación de carnes, que finalmente cerraría con esas herramientas. Inventó nuevos requisitos para los exportadores sin planta. Y luego generó las DJEC, un salvoconducto especial para exportar carne que obligaba a todos los exportadores a atravesar una cuádruple ventanilla. Ahora no solo deberían tener el aval de la Aduana y el certificado sanitario del Senasa, sino también permisos de la ex ONCCA y la Secretaría de Comercio Interior.
Era lo mismo que los viejos y temibles ROE, con otro nombre.
En Bichos de Campo sospechamos que aquellos de las suspensiones era todo una pantomima montada por Zarich para justificar las nuevas herramientas de intervención de mercados. Por eso, luego de mucho preguntar sin obtener respuesta, el 25 de abril presentamos un pedido de acceso a la información pública, para conocer la identidad de las 15 empresas sancionadas.
El Estado tiene quince días de plazo para contestar a ese tipo de informes: la respuesta oficial firmada por el propio Zarich se conoció a mitad de mayo, dos días antes de que ese cierre de exportaciones mediante las DJEC se hiciera efectivo.
La ex ONCCA envió a este medio esos 15 nombres sin mayor detalle de sus culpas. Pero resultó que no todos era “exportadores de carne” ni todos estaban “suspendidos” del RUCA. Varios incluso ya habían sido rehabilitados.
Entre las 15 empresas que ocultó inicialmente Zarich figuraban Arturo Roca (productor), Fabiana Iris Goijman (monotributista), Protan SRL (una alimenticia), ATG Foods (una procesadora de carnes), Pamp Alimentos (comercial), FG Importadora (exportadora de granos), JAL SRL (un acopio de Salta) y Paraná de San Pedro Representacion SRL (transportista y agrícola). Todas estas sociedades nunca habían figurado en el RUCA como exportadores de carne, y entonces mal podían haber sido suspendidas.
Por otro lado, había una serie de matarifes que ya habían sido rehabilitados, pues se confirmó que no estaban en infracción. Se trataba de La Mestiza (que faenaba en Frigorífico HV y Visom); las 3 M (Faenadores Unidos SRL); Dotzel Beef (Deltacar y Frigorífico Gral Las Heras); Mocho Pampa (Friar y Mattievich); Grain Fed (Deltacar y Las Heras); y Impex Express SRL (Deltacar, Visom y Frigolar).
De aquel listado original, en definitiva, solo quedaba una empresa sospechosa: Huachana SRL, perteneciente a unos hermanos santiagueños. A esta empresa, según información extraoficial conseguida en ese momento, se le habían decomisado además unas 30 toneladas de carne.
Es decir que de las 15, solo 1 empresa parecía haber cometido alguna falta grave.
Pasaron los días, ahora con las exportaciones de carne cerradas por decisión del presidente Alberto Fernández. A la semana parecía que iba a haber un arreglo para que los frigoríficos exportadores pudieran reanudar su trabajo a cambio de más cantidad de cortes baratos para la población pero algo sucedió y todo se dio marcha atrás el jueves pasado. El presidente lucía furioso con el sector al anunciar que mantendría las exportaciones cerradas.
Luego de eso, la Aduana anunció el domingo multas y denuncias contra 19 plantas frigoríficas a las que acusaba de haber declarado exportaciones de carne con hueso a China en una posición arancelaria diferente a la que correspondía y que tributaba menos retenciones. El perjuicio ascendía a 5,8 millones de dólares.
Para no ser menos, este lunes el contador Zarich volvió a la carga con un nuevo comunicado que debió corregir con una fe de erratas. La primera versión decía que “Agricultura inhabilitó la operación de otras 6 empresas exportadoras y decomisó 220 mil kilos de carne vacuna”. La segunda, un rato después, imprimía mayor espectacularidad al asunto: “Agricultura inhibió la operación de 12 empresas exportadoras e interdictó más de 220 mil kilos de carne vacuna”.
La corrección del título colaboró a crear mayor confusión de la que ya había quedado con las primeras 15 suspensiones. Si se sumaron otras 6 inhabilitadas, ¿cuántas había antes? Se supone que había seis. Pero, ¿cómo llegan ahora a sumar 12 si de la primera tanda de suspensiones solo quedaba una empresa sospechosa, la mencionada Huachana SRL?
El comunicado oficial corregido -que ya había sido anticipado a algunos diarios el viernes pasado- no tiene desperdicio y parece un tele cohete dirigido a generar todavía mayor desinformación.
“Ya son 12 las empresas suspendidas o dadas de baja”, informa por un lado.
“Otras 5 firmas se encuentran intimadas para presentar requisitos faltantes”, completa. La suma debería dar 17 empresas sospechadas.
¿Quiénes son? De nuevo lo mismo, no las identifica. Solo menciona a tres. Una de ellas figurita repetida: Huachana SRL.
Del conjunto de las inhabilitadas (que ahora se supone que son 12) solo dice que “comercializaron casi 7.000 toneladas, lo que representa el 21% del volumen exportado por firmas que no tiene plantas de procesamiento propio”. Frente a semejante volumen de negocios, parece poca cosa el decomiso anunciado de 220 mil kilos de carne vacuna. Convertidos en toneladas, son solamente 220. Unos diez contenedores.
¿Y qué casos blanquea ahora Zarich?
- El de una empresa que no había sido identificada en la primera denuncia. Se llama Alpha Estudio Aduanero, a la cual se le interdictaron en dos operativos unas 130 toneladas de carne que en realidad pertenecían a otra empresas llamada Agrop Negocios. “Cabe destacar que esta última operaba en el mercado con domicilio falso y comprobada insolvencia de sus titulares”, se explicó.
- Una segunda firma mencionada , a la que se le secuestraron 60 toneladas de carne congelada, resultó ser Mocho Pampa, “la cual se encuentra suspendida por haberse detectado maniobras de triangulación”. En realidad, esa firma -que sí figuraba en el listado de 15 suspendidos de fines de marzo- recién fue dada de baja del RUCA el último viernes. Bichos de Campo consultó el RUCA ese día y todavía figuraba como vigente.
- Y la tercera firma mencionada es finalmente la ya popular Huachana SRL, a la que se le habían decomisado las 30 toneladas de carne mencionadas. En este caso, la ex ONCCA recién ahora blanqueó que “ha sido denunciada penalmente por no haber ingresado divisa por 8 millones de dólares, según el informe del Banco Central”.
En fin, de las 15 empresas suspendidas en aquella primera ocasión, al parecer solo 2 denuncias quedaron en pie: la de Mocho Pampa y la de Huachana.
Ahora se anuncian 12 suspensiones, pero solo se dan a conocer tres nombres: el de Mocho Pampa (que recién fue suspendido el viernes), el de Huachana y el de tándem entre Alpha Estudio Aduanero y Agrop Negocios, firmas que no figuraron nunca en el RUCA.
Nos faltan 9 casos, por ahora ocultos premeditadamente por las autoridades de la ex ONCCA, una vez más. ¿Será que acaso habrá que presentar otro pedido de acceso a la información pública?
Mientras sea gratis…