En el último año el mundo observó una situación insólita: el aceite de palma, que tiene una calidad inferior al de soja y girasol, comenzó a subir de precio para superar a sus dos competidores.
Ahora el aceite de palma acaba de “desbloquear” un nuevo desafío al comenzar a registrar una fase alcista cuando los demás aceites experimentan la tendencia inversa.
El fenómeno es tan inusual que el aceite de palma, producido mayormente por Indonesia y Malasia, incluso logró superar el valor del aceite de colza.
Con las lluvias torrenciales registradas en las últimas semanas en Malasia comenzaron a aparecer dudas sobre el impacto productivo de ese desastre climático. Esta semana el USDA ajustó a la baja la proyección de oferta exportable de aceite de palma malayo en 2024/25 a 24,2 millones de toneladas versus 25,2 millones previstos un mes atrás.
Este jueves la entidad que agrupa a las empresas aceiteras de India indicó que en noviembre pasado, si bien crecieron las compras de aceite de soja y de girasol, siguió ingresando un gran volumen de aceite de palma a pesar de su elevado precio. Eso se explicaría porque algunos importadores están asegurando el aprovisionamiento de ese insumo básico ante la creciente cantidad de eventos disruptivos que están surgiendo en Medio Oriente y EE.UU.
En ese marco, el gobierno de India hoy anunció la aplicación de aranceles temporarios orientados a bloquear el ingreso de aceite de palma, los cuales pasaron del 5,5% al 27,5% para el producto crudo y del 13,7% al 35,7% para el procesado.
El dato es que el año que viene se prevé que el consumo de aceite de palma en Indonesia –primer productor mundial de ese commodity– se incremente de manera sustancial a causa de un aumento del corte obligatorio de biodiésel con gasoil, que pasaría 35% al 40%.
La contrapartida de los factores alcistas que está registrando el aceite de palma se evidencia con el de soja, El martes el USDA aumentó 270.000 a 499.000 la proyección de exportaciones estadounidenses de aceite de soja para el ciclo 2024/25, lo que indica, tal como se venía advirtiendo con respecto a la normativa 45Z, que existen importantes dudas sobre la continuidad de los incentivos al régimen de biocombustibles durante la gestión de Donald Trump.
Ese ajuste enorme de las estimaciones de venta externa de aceite de soja igualmente puede haberse quedado corto, porque a la fecha se ya completó en un 90% cuando van apenas dos meses y medio del ciclo comercial 2024/25.
Los embarques comerciales que atraviesan el Canal de Suez deben transitar la “zona caliente” atacada por las organizaciones hutíes, lo que hizo que los fletes por esa región se tornaran muy onerosos por el aumento del valor de los seguros.
En ese marco, las exportaciones sudamericanas tienen una ventaja competitiva enorme porque no deben atravesar el Canal de Suez para llegar a destinos asiáticos, lo que sí deben hacer los embarques originados en EE.UU.
Por ese motivo, el precio del aceite de soja sudamericano tiene un “plus” de precio respecto del estadounidense, aunque no puede escaparse de la tendencia bajista general.