El histórico molino de Carhué es administrado desde hace un tiempo por una compañía inversora, el grupo San Nicolás, que además creó otra firma para intentar aprovechar un derivado insospechado de la producción del trigo, que es la cola de cosecha o paja de ese cultivo.
Mateo Martín, responsable de la firma AgroPlak, explicó a Bichos de Campo de qué se trata este singular proyecto: la intención de la firma es comenzar a fabricar en el país unas novedosas placas o paneles para la construcción que utilizan como principal insumo justamente la paja del trigo.
-Cuando vos decís paja de trigo, ¿es el palito que sostiene las espigas?
-Es el desecho, la cola de cosecha, ni siquiera el rastrojo, lo que el productor quiera desechar. Eso es lo que nosotros tomamos como materia prima. La cosechadora cuando pasa recoge las espigas y va escupiendo para atrás. Exactamente, eso mismo que del residuo se transforma en un producto para la construcción, en este caso con múltiples beneficios en cuanto a térmica, acústica, rigidez. Es un producto muy noble y repito, nacido de desecho del campo.
En la página de la empresa se explica que estos paneles orgánicos para construcción en seco están compuestos de un núcleo 100% de paja de trigo comprimida a alta presión y temperatura. En el proceso no se usan aglutinantes ni impregnantes químicos. La capa de paja de trigo es recubierta por una capa de cartón reciclado, pegado con pegamento al agua.
De este manera, y aprovechando la relación de los productores del sudoeste bonaerense que están fidelizados con el molino Carhué, al que le entregan su cereal, surgió esta nueva alternativa de negocios a base de ese cereal y ya se piensa en la fabricación de estas “agroplacas ecológicas para la construcción”. Para eso, el grupo San Nicolás firmó un acuerdo con la empresa checa Ekoplanely, que lleva más de 20 años produciendo con esta tecnología y es la líder en el viejo continente.
Por ahora, esas placas se están importando para hacer ensayos y mostrar los beneficios de la construcción en base a la paja del trigo. Pero la idea es comenzar a procesar pronto en Carhué el desperdicio de la cosecha. Señalando una placa, Martín confirmó: “Esto es una muestra, actualmente estamos importando paneles para desarrollar el mercado de alguna manera desde la República Checa.
-¿O sea que yo estoy sosteniendo residuos de trigo checo convertidos en una placa?
-Exactamente. El proyecto es ambicioso y se traducirá, si Dios quiere, en la fabricación desde una planta productiva para que el residuo del trigo argentino se transforme a las placas en un futuro cercano. Y entonces el trigo tenga una nueva utilidad además de hacer pan y toda la cadena que genera.
Mirá la entrevista a Mateo Martín:
Las placas de paja de trigo funcionan bajo la la lógica de la construcción en seco, o steel frame, pero también son compatibles con la construcción tradicional o la construcción con madera. “Esto es industrializado, con menos complejidad, con una instalación muy sencilla, como si fuera una placa de roca de yeso de Durlock”, indicó el emprendedor.
-Imagino que se levanta en el campo la paja de trigo y luego se debe compactar mucho.
-El proceso es una compactación a alta presión y temperatura que hace que la lignina del trigo se aglutine y conforme a este panel. Entre las ventajas es ignífugo, porque es compresión genera tan poca concentración de oxígeno que las llamas no se propagan. Y otra funciones es que es un material aislante térmico, es aislante acústico, permite permeabilidad de vapor y de humedad, entonces genera paredes que respiran, como las viejas construcciones donde no se generaba humedad dentro de las casas, con lo cual es favorable a la salud también.
-Pero el eje de la historia es que en una zona triguera, que tiene productores trigueros y molinos, están tratando de darle una utilidad económica a un residuo.
-Es generar algo más que sale de las entrañas de la tierra y vuelve como producto para la construcción. La tecnología existe, funciona en otros países, se puede hacer. Nosotros tenemos trigo y tenemos la idea de copiar el modelo.
-¿En qué estado está el proyecto?
-Como te decía, estamos importando placas para generar construcciones con este método. Para mostrar qué sirve. Hay ya un par de casas hechas en Argentina, y el año que viene en nuestra zona vamos a mostrar construcciones que demuestren que esto funciona. Mientras, transitamos el proceso para poder producir localmente.