A pesar de atravesar una tercera fase “Niña” consecutiva, Uruguay logró hacerle “olé” al evento climático para terminar la campaña fina 2022/23 con rendimientos excepcionales.
La siembra de trigo superó las 300.000 hectáreas, un 23% más que en 2021/22, para terminar con un rinde promedio de 4251 kg/ha, el máximo nivel histórico registrado.
“A pesar del déficit hídrico que coincidió con gran parte del desarrollo del cultivo, el desempeño del trigo fue muy bueno, favorecido por otros factores climáticos positivos para la etapa de llenado de granos”, indicó un informe publicado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay.
Como resultado del incremento del área sembrada y de los buenos rendimientos obtenidos, la producción de trigo alcanzó 1,283 millones de toneladas, el mayor registro de los últimos ocho años.
El área sembrada de cebada cervecera fue estimada en 211.000 hectáreas, valor similar al de la zafra anterior, y se logró un rendimiento medio de 4252 kg/ha (+150 kg/ha que en la campaña anterior).
En tanto, el área sembrada entre colza y carinata continuó creciendo para sumar 348.145 hectáreas en 2022/23, un 114% más que en la zafra anterior, consolidándose así como el principal cultivo de invierno del país.
La producción de colza para la presente campaña alcanzó las 587.321 toneladas, duplicando prácticamente la producción del invierno anterior, cuando se cosecharon unas 295.000 toneladas
Sin embargo, los cultivos de verano no pudieron zafar de la restricción hídrica y los equipos técnicos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca estiman que a la fecha la sequía generó pérdidas por al menos 490 millones de dólares.
Al sumar al resto de las actividades productivas, las pérdidas económicas –según la estimación oficial preliminar– suman 1175 millones de dólares, lo que representa el 1,9% del Producto Interno Bruto de Uruguay.