Muchos se habla de la crisis de la demanda interna debido a los efectos de la inflación sobre el poder de compra del salario, pero en el caso de la carne vacuna las estadísticas dan cuenta de incrementos que siguen superando ampliamente a la inflación.
De acuerdo con el informe mensual de precios del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), ese producto aumentó en el último mes 19%, apenas 1 punto porcentual menos que la inflación que midió el Indec.
En la comparación interanual, la carne vacuna acumuló un incremento del 377%, mientras que la inflación que mide el organismo oficial fue de 254% en los últimos 12 meses.
Esto habla a las claras de la preferencia de los argentinos por este alimento, que a su vez se refleja en los incrementos de precios de las demás carnes, que fueron bien inferiores. Por caso, el precio de la carne porcina en el último año aumentó, según el IPCVA, 345% mientras que la carne de pollo subió mucho menos: 312%.
En los tres casos se le ganó a la inflación, lo que no significa que las rentas hayan sido extraordinarias debido a las suba de costos, que en muchos casos están dolarizados.
Si tomamos como referencia el precio de la carne vacuna promedio informado por el IPCVA, que fue de 6.000 pesos, y se lo anualiza a razón de 45 kilos por habitante al año, cada argentino gastaría este año 270.000 pesos. El año pasado, con un consumo de 50 kilos y un valor de 1240 pesos, el gasto en carne fue de 62.000 pesos. La brecha sería en este caso de 332%. Pero los salarios claramente aumentaron mucho menos, quedando muy atrás de la inflación.
Por otra parte, en el caso de los precios de la hacienda vacuna, las cotizaciones vienen recortando posiciones y sus incrementos son muy inferiores respecto de los que tuvo la carne vacuna.
El novillo en los primeros 20 días de febrero cotizó en 1.650 pesos y tuvo una suba de 284%. El novillito mejoró 277%, las vaquillonas 264% y las vacas 284%.
Estos precios dan cuenta del reacomodamiento de márgenes en la cadena. Mientras la carne en las góndolas sigue aumentando, el precio de la hacienda está estancado. Esa brecha la están aprovechando los eslabones comerciales e industriales que meses atrás tuvieron que ajustar su renta cuando no pudieron trasladar al consumidor las subas de la hacienda.