En junio pasado el nivel de actividad de la industria oleaginosa se recuperó luego del desastre productivo registrado en 2022/23, pero sigue lejos de los máximos históricos de la última década.
El nivel de actividad de la industria aceitera argentina registró en junio de este año un aumento del 29,5% y 2,2% versus el mismo mes de 2023 y 2022 respectivamente, según datos del Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
En cuanto a la situación presente el año pasado no es comparable debido a la crisis de oferta provocada por una sequía histórica que obligó a importar más de 10 millones de toneladas de poroto de soja de países limítrofes.
De todas maneras, el nivel de actividad de la industria aceitera en junio –último dato oficial– se ubicó en un 2,3% y 3,0% por debajo del nivel registrado en el mismo mes de 2021 y 2019 respectivamente. La situación registrada en junio de 2020 no es comparable debido a la pandemia.
El dato es que, a pesar del importante aporte de la soja importada que se viene registrando en lo que va del ciclo comercial 2023/24, el nivel de actividad de las fábricas aceiteras argentinas no logró aún superar los máximos de 2021 y 2019. Ese fenómeno se explica por conflictos sindicales, problemas logísticos y un lento ritmo de comercialización de soja por parte de los productores argentinos.
La situación presente en la industria molinera es sustancialmente peor con un nivel de actividad en junio pasado que fue un 14,5% inferior a la de junio de 2023 y 18,4% menor a la del mismo mes de 2022.
El nivel de actividad de los molinos harineros registrado en junio pasado es el más bajo de al menos la última década, aunque estos datos –vale recordar– corresponden a la actividad registrada (“en blanco”).
El IPI manufacturero incluye un exhaustivo relevamiento de todas las actividades económicas que conforman el sector industria manufacturera y la cobertura geográfica es para el total del país.
Es un indicador de coyuntura que mide la evolución del sector, con periodicidad mensual, tomando como variables para su cálculo la producción y ventas de unidades físicas, la utilización de insumos, el consumo aparente, la cantidad de horas trabajadas del personal afectado al proceso productivo y las ventas a precios constantes. En total los técnicos del Indec relevan más de 5000 empresas industriales.