En la región patagónica del Valle Medio, en la provincia de Río Negro, el abigeato está en franco aumento. A los duros efectos de la sequía que vive esa región se suman ahora los embates de este delito, que en muchos casos implica perdidas millonarias y son cometidos por verdaderas bandas organizadas. Si bien los productores ya han denunciado ante las autoridades locales la necesidad de que se aplican medidas urgentes para frenar esta faena clandestina de ganado, en el mientras tanto los casos de apilan.
Un retrato de esto es lo acontecido el día jueves en la localidad de Pichi Mahuída, en cercanías de Choele Choel, donde se encontraron los restos de 19 bovinos faenados en pleno campo. La estimación es que los delincuentes se llevaron luego de la faena clandestina unos 3.200 kilos de carne, que -a un valor promedio por kilo de 3000 pesos-, supone un monto total que ronda los 10 millones de pesos.
“Según la información recabada los malvivientes se manejaban en al menos tres vehículos tipo pick up donde cargaron aproximadamente los 3200 kilos de carne de los animales faenados para darse a la fuga por lo que se conoce como camino o ruta del gas”, dice un parte sobre el asunto. Tras la sucesión de hechos parecidos, y como los cuatreros dejan un tendal de menudencias bovinas desparramadas por el suelo, se la podría empezar a llamar como “ruta del mondongo”.
“Además de la sequía, ¿esto también tenemos que aguantar?”, lamentó la Sociedad Rural de Choele Choel a través de un comunicado. En comunicación con Bichos de Campo, Dante Segatori, presidente de esa entidad, indicó que a pesar de las denuncias, las fuerzas de seguridad parecen esquivas a esta realidad e incumplen con sus promesas de atender los casos.
El ruralista explicó que esta problemática se volvió más frecuente en los últimos dos años y consideró que su incremento está asociado a la necesidad de los productores de encerrar a los animales en los corrales para darles alimento.
“El productor, como consecuencia de la sequía, desteta a los terneros y los alimenta con balanceado y rollos. Los deja encerrados hasta que llegan al peso aproximado para poder venderlos. La vaca está muy mal y se realiza un destete anticipado. Encontrar cierta cantidad de animales juntos es muy difícil”, señaló Segatori.
Desde esa Sociedad Rural alertaron que la situación los tiene desbordados y que están convencidos de que “el origen de éste problema es la falta de Justicia”.
“No tenemos medios de comunicación. En esta zona rural no hay señal de WhatsApp, no hay señal de teléfono. La policía no tiene recursos y falta Justicia como falta en el resto del país. Hacemos reuniones con el procurador general, con el jefe de fiscales, con el Ministro de Seguridad, con el ministro de Justicia, con el jefe de policía de la provincia y no pasa absolutamente nada”, enfatizó el productor.
-¿Los productores afectados generalmente hacen la denuncia?– le preguntamos a Segatori.
-El productor no hace la denuncia porque sabe que si hace la denuncia después tiene que seguir perdiendo tiempo con la misma cuestión, perdiendo tiempo, y lo digo bien, porque nunca se llega a nada. Respuesta visible y concreta no tenemos ninguna, entonces uno también se cansa y decide, como en este caso, hacerlo público porque hay mucha gente que no se entera de estas cosas.
-Además de la denuncia pública, ¿los productores piensan hacer algo más para cambiar esta realidad?
-La primera cosa que se me viene a la cabeza, y que ya la he propuesto, es una rebelión impositiva. Dejar de pagar impuestos. A alguien le tiene que doler y cuando a uno le duele en el bolsillo capaz empieza a entender que tiene un trabajo y cobra un sueldo, y tendrá que hacer algo por ese sueldo que cobra.
A continuación, Segatorio añadió: “Esto no pasa solamente en Valle Medio, pasa en el país. No da ganas de seguir pagando impuestos para que la plata se mal destine, porque los caminos están destruidos, el sistema de riego de la zona está destruido. Medios de comunicación no tenemos. La ruta del Valle Medio de la está en muy mal estado. Entonces llegó el momento de decir las cosas. El productor ganadero, y más el productor de La Patagonia, no es un gran capitalista. Al contrario, sigue invirtiendo, sigue arriesgando, sigue produciendo en el país para ver si de una vez por todas vamos a salir adelante”.
-Estos delitos ocurren porque hay alguien que compra esa carne. ¿Saben por qué circuito se comercializa?
-Esto se comercializa a través de las redes o de medios de manera fácil porque la gente está dispuesta a comprar esta carne. No tiene que ser una carnicería. Se vende en una casa. Obviamente ya hay un nuevo mercado, una llave de negocio. Es muy triste lo que nos pasa. La verdad es una desidia total.
En este sentido, el ruralista no descartó que otro hecho de similar envergadura pueda ocurrir en la zona. “En esta oportunidad había 55 terneros encerrados y se llevaron eso. Pero hay campos con 300 maderas encerradas. Y 300 madres te dan 180 terneros al año”, alertó.