Cristina Fernández de Kichner hablaba de la difícil situación que viven muchos argentinos en el cierre de su campaña electoral para ser senadora por la Provincia de Buenos Aires. En el mismo momento, cumpliendo con su cronograma de difusión, el Indec daba a conocer uno de los indicadores más favorables para un gobierno ávido de atajar las críticas opositoras sobre la marcha de la economía. Ese dato afirmaba que las ventas de maquinaria agrícola siguen creciendo a un ritmo extraordinario. Si ya casi se habían duplicado entre 2015 (último año de la gestión K) y 2016 (en el debut de Cambiemos), volvieron a hacerlo en el primer semestre de este año.
“La venta de máquinas agrícolas en el país, durante el segundo trimestre de 2017, alcanzó una facturación de 8.277,8 millones de pesos”, señaló el Indec. Esto significó un aumento de 93,3% respecto de igual lapso del año anterior. Los tractores y las cosechadoras presentaron los niveles de facturación más altos del trimestre, con 2.976,4 y 2.349,8 millones de pesos, respectivamente.
Eso era en plata. Si se comparan las ventas en unidades respecto a igual trimestre del año anterior, en el segundo trimestre de 2017 todos los segmentos registraron crecimiento. Las cosechadoras presentaron el mayor incremento con 125,4%; los tractores crecieron 53,4%; los implementos y las sembradoras registraron 39,6% y 31,9% de aumento de unidades vendidas, respectivamente.
Aunque es tema de debate por la cantidad de componentes importados que utilizan las ensambladoras multinacionales con fábricas en el país, tampoco los kirchneristas pueden decir que este crecimiento de las ventas se debe a “la indiscriminada apertura de importaciones que destruye la industria nacional”. Según los datos oficiales, “las ventas en unidades de los distintos segmentos de maquinarias muestran que las de origen nacional presentan una mayor participación con respecto al total. En el total de unidades vendidas de sus correspondientes segmentos, las cosechadoras de producción nacional presentan una participación de 52,3%, los tractores de 66,5% y los implementos de 85,7%”.
De todos modos, en el acumulado de los primeros seis meses de 2017, el ingreso de importados es un dato a tener en cuenta. En total en la mitad del año la venta de maquinaria agrícola alcanzó una facturación de 14.015,0 millones de pesos, que representa un incremento de 91,4%. En todo el año 2016 la facturación había sido de 19 mil millones.
Pero las ventas de implementos, tractores y cosechadoras de origen importado registraron incrementos mucho más significativos que la colocación de las fpabricas locales al cabo del primer semestre de 2017. En ese mismo orden, crecieron 326,1%, 277,1% y 151,5% en comparación con el primer semestre de 2016.
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