Aldo Lema es un economista uruguayo que conoce bien la situación argentina, simplemente porque la estudia y la analiza. Lo hace, por fortuna, sin el agobio que muchos sentimos dentro del país y que nos llena de pesimismo. Lema, a quien llamamos para reflexionar luego del reciente cierre de las exportaciones de carne, está convencido que el país tendrá chances de desarrollo y de políticas de largo plazo efectivas si logra afianzar buenos liderazgos y consensos políticos.
“La Argentina es una sociedad con una riqueza y un potencial tan grande. Tengo muchos amigos allí y creo que por mi forma de pensar optimista, los países no están condenados a la pobreza sino que a veces se autocondenan a ella. Las oportunidades a veces llegan a partir de las crisis mas agudas, que hacen que emerjan ciertos consensos. Pienso que el tema más de fondo en Argentina tiene que ver con generar consensos políticos”, analizó el economista en diálogo con Bichos de Campo.
Mirá la entrevista completa a Aldo Lema:
El economista reflejó que Argentina ha sufrido diversos altibajos a lo largo de su historia política y económica. “Tiene políticas que acentúan las inestabilidades que otros países han tendido a disminuir. Por ejemplo, en el manejo macroeconómico. Una estabilidad macroeconómica eleva, en el largo plazo, la estabilidad de los países y su crecimiento”, manifestó. Sobre el valor de la estabilidad, dijo, ya no existen debates entre los economistas de todos los signos y de todo el mundo.
Del mismo modo, Lema apuntó que otro valor que despierta consenso entre los economistas es que “los países más abiertos al mundo o con una mayor inserción internacional también tienden a tener un mayor crecimiento”.
“Tanto la estabilidad como la inserción han permitido el desarrollo de los países nórdicos y de países como Nueva Zelanda y Australia, que tienen una situación geográfica parecida a la de América del Sur”, afirmó.
Lo paradójico, según Lema, es que hace un siglo atrás, cuando países como Argentina y Uruguay estaban en la parte más alta de la pirámide de desarrollo, esos países que hoy son ejemplo de crecimiento eran pobres.
“Esos países se acercaron, nos sobrepasaron, se desarrollaron, y de esas experiencias uno comprueba que es preferible tener una economía previsible y estable, donde las personas puedan tomar sus decisiones de consumo, inversión y educación, donde se pueda planificar porque hay ciertas condiciones que no van a cambiar, más allá de que siempre estamos sujetos a ciclos económicos”, describió.
Allí llegó la conclusión lapidaria frente a la decisión del gobierno de Alberto Fernández de cerrar las exportaciones de carne. “No hay ningún país en el mundo que se haya desarrollado cerrado al comercio exterior o sólo hacia adentro”, declaró.
Para Lema, “esta medida no va a resolver el problema de fondo. Podrá tener una caída transitoria de los precios de la carne en un mes, pero eso no va a afectar la inflación hacia adelante si no se ataca el problema de fondo de la Argentina, que imprime dinero para financiar el déficit fiscal. Entonces las personas no quieren ese dinero, compran bienes y servicios y compran dólares presionando sobre esos bienes y servicios”.
“La ganadería es un activo que se vende al exterior y que hoy lo hace en condiciones excepcionales, ya que venimos de siete años complejos desde 2013 cuando empezó la caída de precios de materias primas. Ahora se está abriendo una nueva oportunidad que no sabemos cuánto va a durar, en la que el mundo se volvió muy demandante de productos de países como la Argentina”, agregó.
De acuerdo a Lema “este es el siglo de la transición de Estados Unidos a China, país que ha retomado un crecimiento alto, controló la pandemia y está demandando nuestros productos. Es una oportunidad inmejorable ser vagones de esa locomotora”.
Lema observó que la Argentina “tiene un talento admirable en materia de economistas, tanto adentro como afuera del país, lo que lleva a pensar que en algún momento esos consensos van a producirse y se generará la institucionalidad y madurez política para dar un salto a una economía más desarrollada”.
El economista uruguayo recordó que a fines del siglo XIX y principios del siglo XX Argentina estaba en el grupo de los más desarrollados. “Las condiciones cambian pero en la propia historia está la respuesta, con los aprendizajes que hemos tenido. Quizás es más fácil verlo de afuera y adentro tal vez puede haber mayor agotamiento, pero tiendo a pensar que las posibilidades de desarrollo pasan por lograr consensos y liderazgos”, enfatizó.
Acerca de los liderazgos precisó: “Son muy relevantes en el sentido de persuadir hacia cuáles son los rumbos, porque al final un liderazgo tiene la gran capacidad de poder desplazar al corto plazo para focalizarse en el largo plazo”.
“Ojalá Argentina pueda lograr consensos, porque claramente las oportunidades que tiene son enormes por su capital humano, por su capital físico y por sus recursos naturales”, concluyó.