El informe mensual de evolución de cultivos publicado hoy por la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) indicó que la cosecha esperada de soja para este año es de 122,4 millones de toneladas, una cifra similar a la estimada un mes atrás (122,7 millones).
Mientras que a comienzos de este año aún se esperaba lograr una cosecha de soja de 140,5 millones de toneladas, el ajuste da cuenta del enorme impacto generado por el desastre climático localizado en el sur de Brasil.
Pero la gran sorpresa del informe oficial difundido hoy reside en el hecho de que Conab proyectó para el ciclo comercial 2021/22 exportaciones brasileñas de poroto de soja por apenas 77,0 millones de toneladas, una cifra más de 9,0 millones de toneladas inferior a que la embarcada en 2020/21.
La explicación detrás de esa caída brutal es que, debido a los buenos márgenes de rentabilidad de la industria aceitera, se priorizará la elaboración de harina y aceite de soja frente a laescasez relativa de oferta generada por el impacto de la sequía.
Si se tiene en cuenta que el último informe del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) proyecta para 2021/22 exportaciones brasileñas de soja por 85,5 millones de toneladas, entonces es fácil advertir que el número informado hoy por Conab tiene –y de hecho tuvo hoy– un impacto alcista enorme en el mercado internacional del poroto.
En lo que respecta a maíz, Conab proyectó una cosecha brasileña de 115,6 millones de toneladas, una cifra superior a las 112,3 millones de toneladas estimadas un mes atrás, debido a una mejora de la situación de los cultivos de siembras tardías.
Si se logra alcanzar la cosecha proyectada, Conab estima que Brasil en el ciclo comercial 2021/22 logrará exportar 37,0 millones de toneladas de maíz versus 35,0 millones en estimadas un mes atrás.
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