Los futuros de trigo y maíz del CME Group –estos últimos en sus posiciones más cercanas– fueron los únicos “sobrevivientes” de la ola masiva de ventas de contratos de commodities emprendida por grandes fondos corporativos y de inversión.
Los principales índices de carteras de materias primas básicas terminaron con bajas intradiarias hoy martes en línea con una liquidación generalizada de posiciones en activos energéticos, metales y productos agroindustriales.
Los administradores, luego de las importantes subas registradas en las últimas dos semanas como consecuencia de la incertidumbre generada por el conflicto ruso-ucraniano, están priorizando por asegurar las ganancias obtenidas ante las múltiples amenazas potencial en el ámbito geopolítico.
La posibilidad de que el gobierno chino intente anexionar a la isla de Taiwán, una nación independiente de que el Partido Comunista chino considera parte de su territorio, podría incrementar la inestabilidad global en una región clave el planeta por su peso económico y comercial.
“Advertimos a EE.UU. que jugar la ‘carta de Taiwán’ es como jugar con fuego, lo que no solo empujaría a Taiwán a una situación peligrosa, sino que también traería consecuencias imposibles de soportar para el propio EE.UU.”, manifestó ayer Zhao Lijian, vocero de la Cancillería china, según un artículo publicado por la agencia oficial de noticias Xinhua. El nivel de violencia discursivo es por demás llamativo.
Por otra parte, con la excusa de un nuevo brote de Covid-19, las autoridades chinas han comenzado a confinar a decenas de millones de personas en diferentes regiones de esa nación, lo que representa una señal preocupante en la actual coyuntura, dado que esa medida permite reforzar el control social en situaciones de emergencia.
En lo que respecta a los cereales y especialmente al trigo, el recrudecimiento de la avanzada militar rusa contra Ucrania, junto con las limitaciones para concretar exportaciones por parte de Rusia –producto de las sanciones económicas y financieras aplicadas por EE.UU. y la Unión Europea– siguen “blindando” los valores internacionales de tales productos frente a liquidaciones masivas de activos realizadas por operadores especulativos.