La exportación de los complejos de trigo y maíz, según el INDEC, acumularon un total de 12.783 millones de dólares en 2021. Sobre esos montos, ambos cereales pagaron un 12% de retenciones, que le fueron descontados oportunamente a los productores. Pero ahora apareció en escena el fideicomiso, que quitará más recursos de los exportadores para subsidiar los paquetes de harina y de fideos. Las entidades rurales la consideran una nueva retención encubierta, descontando que la plata finalmente saldrá del productor.
¿De cuánto puede llegar a ser esta nueva retención encubierta? Por lo menos en la norma que se publicó este sábado en el Boletín Oficial el gobierno le puso un techo a este aporte adicional: “Los fiduciantes aportarán un porcentaje en base al Valor FOB índice o similar del producto en cuestión, nunca superior al 1% del Valor FOB”, dispone la Resolución 3/2022, de los ministerios de Agricultura y de Desarrollo Productivo.
Ese es el techo del descuento. Los exportadores podrían tener que depositar en el fideicomiso -según los últimos valores FOB oficiales fijados por Agricultura- hasta 4,25 dólares por tonelada de trigo y 3,4 dólares por tonelada de maíz. Pero en realidad -según el reglamento publicado hoy- debería ser menor.
¿Cómo se calcularán esos aportes? A partir de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) de los productos sujetos a hacer aportes: estos son trigo, maíz, harina de trigo pan, afrechillo de trigo y fideos secos, aunque los últimos tres productos “solo harán aportes una vez excedidas las metas de exportación, de acuerdo con las condiciones definidas para ser Fiduciantes”. Queda claro entonces que el peso de sostener el fideicomiso recaerá sobre las cerealeras.
Lo que se compensará -por ahora, porque la resolución deja abierta la puerta a sumar nuevos productos a subsidiar- serán los paquetes de Harina de Trigo Pan tipo 000 con y sin levaduras en presentaciones de 1 y de 5 kilos y fideos secos en presentaciones de 500 gramos, 1 y 5 kilos. Deben ser vendidos en el mercado interno y por empresas acogidas al programa de Precios Cuidados.
A partir de saber quiénes pondrán y quiénes sacarán del fideiocomiso el problema es saber cómo se definirá cuánto dinero circulará en este pasamanos. Nunca debería ser más del 1% del valor FOB, ya se dijo.
“Dentro de este tope, el porcentaje surgirá del cálculo estimado de necesidades de compensación mensual y será establecida con anticipación al inicio del mes a compensar por el Consejo Ejecutivo del
Fideicomiso”, dispone la letra fría de la normativa. Ese consejo ejecutivo estará integrado por “2 consejos ejecutivos, uno por la molienda de trigo y otro por la producción de fideos secos, que estarán compuestos por 4 representantes de los Fiduciantes y 4 de los Beneficiarios respectivamente”.
La normativa deja claro que las cerealeras “deberán aportar el monto que resulte necesario para abonar el total de las Compensaciones a la fecha de cálculo de cada Compensación y de acuerdo al precio salida de fábrica” de los paquetes de harina fraccionada y de los fideos secos. Ese “precio de salida de fábrica” se ajustará de acuerdo con los porcentajes de aumento resultantes de una serie de fórmulas de actualización que también fueron determinadas.
Aquí también hay una señal de alerta, pues la reglamentación dispone que “la misma fórmula de actualización se utilizará para actualizar los Valores Base del Trigo pan, que servirán para el cálculo de la Compensación”. En principio, se estableció que ese valor base iba a ser de 23.000 pesos por tonelada (hoy supera los 40 mil), que es el precio que el trigo tenía en diciembre pasado. La compensación justamente apunta a subsidiar a los molinos y fideeras la diferencia entre aquel precio y el actual.
“La Compensación para la Harina de Trigo Pan tipo 000 con y sin levadura y los Fideos se calculará por mes vencido y quedará establecida como la diferencia de precios de trigo entre el FAS de mercado para el mes que se pretende compensar y el Valor base de referencia para el trigo correspondiente para ese mismo mes”, estableció el gobierno.
En principio, se calcula que se terminarán subsidiando el equivalente a 710 mil toneladas de trigo por año, pues se determinó una “Necesidad Anual de Abastecimiento” para la producción de paquetes de harina fraccionada una “cantidad máxima de 355.000 toneladas para la cosecha de trigo de los años 2021/22” y otro tanto para la industrialización de fideos secos.
Los productores, que definitivamente terminarán pagando este subsidio con descuentos adicionales en el precio que cobran por sus granos demás de las retenciones, terminarán pagando también como parte del aporte “los gastos inherentes para el normal funcionamiento del Fideicomiso, incluyendo los gastos administrativos, impuestos, sellos y/o tasas que fueran necesario abonar, honorarios y gastos del Fiduciario y de los asesores y agentes del Fideicomiso”.
Los abogados agradecidos.