El nuevo escenario geopolítico generado por el conflicto ruso-ucraniano hizo “volar por los aires” los precios internacionales de los commodities en general y los productos agroindustriales en particular.
Pero, ¿en qué medida ese aluvión alcista podrá ser aprovechado por los productores argentinos? No existe una sola respuesta al respecto porque depende de cada cultivo en particular.
En el caso del trigo condición cámara, los últimos datos oficiales disponibles indican que los productores ya vendieron la totalidad del cupo de exportación 2021/22 habilitado por el gobierno nacional, la mayor parte del cual ya tiene precio hecho.
Sin embargo, al 16 de febrero pasado aún había 2,32 millones de toneladas de trigo comprometido que tenían “precio a fijar”, lo que implica –si siguen “abiertas” tales posiciones a la fecha– que esos productores podrán aprovechar la fase ultra alcista de precios que viene registrando el cereal en los últimos días.
Los molinos, en tanto, hasta el momento compraron apenas 1,51 millones de toneladas de trigo de los 6,50 millones que deberían procesar en el transcurso del presente año, lo que implica que la mayor parte de las adquisiciones del cereal deberán realizarlas en el nuevo escenario de precios.
En maíz la situación es más favorable para los productores, porque hasta el momento vendieron 15,2 millones de toneladas, de las cuales 6,23 millones no tienen “precio hecho”, con lo cual pueden “fijar” precio en el nuevo escenario.
Si bien los exportadores ya registraron la totalidad del primer tramo del margen de seguridad del cupo de exportación habilitado (22,5 millones de toneladas), los productores aún tienen un buen trecho hasta completar esa cifra.
En lo que respecta a soja 2021/22, industrias aceiteras y exportadores ya compraron 7,81 millones de toneladas, de las cuales la mayor parte (5,22 millones de toneladas) tienen precio “abierto”, es decir, pueden aprovechar el actual escenario.
Finalmente, los productores de girasol ya vendieron 1,14 millones de toneladas de la oleaginosa, la mayor parte de las cuales tienen precio hecho. Queda la “revancha” para las casi dos millones de toneladas más que debería adquirir la industria en el transcurso del presente año.