La semana terminó con precios sostenidos en el Mercado de Liniers. La entrada fue hoy viernes de 7700 vacunos y los compradores pagaron buenos niveles de precios por la hacienda que tiene como destino al consumo interno y que sigue acumulando incrementos.
El novillo promedió 266 $/kg, lo que significa un aumento nada menos que de 22% con relación a la primera semana de enero pasado. El novillito se negoció en una media de 278 $/kg y la suba acumulada en este caso es del 20%. La vaquillona, en tanto, promedió 267 con un incremento del 18%.
Más retrasada viene la vaca, que hoy logró un valor medio de 183 $/kg y que registra una suba con relación a los primeros días del año del 8%. A pesar del faltante estacional de vacas y de que la demanda china sigue firme, la suba para esa categoría fue menor respecto de la hacienda liviana con destino a consumo interno.
La reacción de los valores de las categorías del consumo tiene que ver con el faltante de hacienda procedente de los feedlots y la mayor demanda de la población, que regresó a los centros urbanos luego del período de vacaciones.
La cuestión de los precios de la hacienda será tema de conversación obligado en la reunión pautada para el miércoles que viene entre referentes de cámaras de frigoríficos y el secretario de Comercio Interior Roberto Feletti, quien convocó a los dirigentes cárnicos con la excusa de analizar la evolución del programa de precios cuidados, por medio del cual los frigoríficos y cadenas de supermercados se comprometen a distribuir algunas toneladas mensuales de cortes populares a precios subsidiados.
Lo que parece inevitable es que, ante el faltante de ganado, el gobierno nacional estaría dispuesto a acotar más las exportaciones de carne vacuna, aunque no se sabe es hasta cuándo y en qué proporción lo haría.
Pero como el faltante de ganado es de orden estructural, el mismo no puede solucionarse con medidas cortoplacistas, especialmente en la actual coyuntura, en la cual a los problemas de rentabilidad que tienen los feedlots se suman ahora déficits de oferta de forraje en muchas zonas por sequías e incendios, un factor que, además de retrasar las recrías pastoriles, puede llegar a complicar las preñeces programadas para 2022.