La Secretaría de Energía dispuso un aumento del 10,23% en el precio del bioetanol, tanto el que hacen los ingenios en base a la caña de azúcar como el de las usinas que procesan el maíz, que debe ser destinado al corte obligatorio con las nafta. El aumento se estableció a partir del 2 de febrero y es bastante similar al incremento de los precios de los combustibles de YPF anunciado ese día.
La medida se estableció en la resolución 66/2022, publicada en el Boletín Oficial, en la que se fija en nuevo valor en 65,42 pesos por litro de bioetanol, un 10,23% más que los 59,35 pesos dispuestos en la resolución 853 de septiembre del año pasado. El aumento fue bien recibido por los productores, que ya se habían comenzado a quejar del impacto de la suba de sus costos frente a precios del biocombustible congelados desde hace varios meses.
El precio congelado del bioetanol sumado al aumento de la cotización del maíz pone nuevamente a nuestra industria en una situación límite. @agustin_torroba @ministroflopez @diegodroger pic.twitter.com/YWBfMoMx4Z
— Cámara de Bioetanol de Maiz (@BioetanolDe) February 1, 2022
“Tanto la presente actualización del precio de adquisición del bioetanol destinado a la mezcla obligatoria con las naftas como las actualizaciones futuras que correspondan aplicarse al citado biocombustible, regirán desde la misma fecha en que sea llevada a cabo la variación en los precios de las naftas”, precisó la norma en sus considerandos, estableciendo un curioso y nuevo paralelo entre los precios de uno y otro combustible, ya sean de origen renovable como fósiles.
En la resolución se indicó además que el plazo de pago del bioetanol elaborado a base de caña de azúcar y maíz “no podrá exceder, en ningún caso, los 30 días corridos a contar desde la fecha de la factura correspondiente”.
En agosto de 2021, el Gobierno puso en vigencia el nuevo Marco Regulatorio de Biocombustibles, que regirá hasta 2030 a partir de la ley 27.640 que dispuso nuevos parámetros de cortes obligatorios de naftas y gasoil, y creó la Comisión Especial para el desarrollo del sector. El nuevo régimen reemplaza al que rigió durante 15 años, y que permitió un amplio desarrollo del sector en distintas provincias vinculadas a la producción de biodiesel y bioetanol a partir de las distintas materias primas.
La nueva ley de Biocombustibles tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2030, aunque se habilitó al Poder Ejecutivo nacional extenderlo, por única vez, por cinco años más. Todavía falta su reglamentación.
Allí se determinó el procedimiento para la aplicación de un corte mínimo obligatorio de 12% de bioetanol y una eventual reducción al 9% con la nafta, mientras que para el gasoil será de un 5%, con una eventual reducción al 3%. En el caso del combustible elaborado a base de caña de azúcar, los volúmenes deberán ser del 6% de la mezcla mínima obligatoria.