Los toros vuelan. Los precios de esta categoría vacuna, uno de cuyos destinos posibles es atender la demanda de carne desde China, están registrando hace tiempo niveles de precios que incluso superan a los de las vacas conserva que también van a ese mercado.
En los últimos días el faltante estacional de estas dos categorías se hizo sentir. Y a pesar de que estamos en el momento de menor demanda del año de parte de los importadores asiáticos, los precios siguieron muy firmes.
En las últimas semanas los precios de los mejores lotes de toros en Mercado de Liniers superaron a los de las vacas. Hubo ventas a 230 y 240 pesos por kilo vivo, valores también muy cercanos a los de los novillo y novillitos de consumo de mejor condición, que se negociaron a 240/250 pesos.
La diferencia a favor de los machos más jóvenes y tiernos es de solo 10/15 pesos, cuando se trata de hacienda que rinde más y de cuya faena se obtiene una carne de mucha mayor calidad. En tiempos normales, el diferencial de precios tendría que ser mucho mayor.
El consignatario Juan Pedro Colombo contó que en un reciente remate en Chascomús “vendimos toros muy buenos, de rechazo y en consecuencia para la faena en 260 pesos, fue una excepción pero da cuenta del interés por esta categoría y en eso talla el negocio con China”.
Vale recordar que la carne de toro puede exportarse sin restricciones como sucede con la de la vaca conserva o manufactura de las categorías D y E. Esto según el nuevo esquema exportador que pusieron a rodar las autoridades desde el 1° de enero pasado.
Esta situación provoca algún dolor de cabeza entre los compradores de esa categoría vacuna en el Mercado de Liniers, que usualmente -antes de que surgiera la fuerte demanda de China- era destinada para la elaboración de ciertos embutidos.
Pero la oferta de toros es muy limitada, pues se trata de animales que fueron conservados en los campos como reproductores y se envían al mercado recién cuando cumplieron con su vida útil. Según los datos oficiales, en 2021 se faenaron 177.389 toros, apenas poco más del 1% de la matanza total, que legó a 12,96 millones de cabezas.
Dentro del stock nacional, que para fines de 2020 se ubicaba en 53,5 millones de cabezas, los toros son apenas poco más de 1 millón de ejemplares.
China sigue pidiendo carne vacuna y lo que sea le viene bien. Según el último informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), ya recuperó los niveles de producción de carne de cerdos que tenía antes de la irrupción de la Peste Porcina Africana en 2018. Pero su desarrollo económico y los cambios en el consumo llevan a ese país a seguir comprando cada vez mayor cantidad de proteínas animales.
El USDA estimó que para este año China comprará nada menos que 3,25 millones de toneladas lo que significa un incremento de casi 10% interanual. En el inicio del 2021 se calculaba que sus compras ascenderían a 3 millones de toneladas.
Por el toro no vuela solo sino en compañía de las vacas. Las hembras de mejor condición corporal se negociaron en 200/220 pesos el kilo vivo y también acortan distancias con el ganado que se destina al mercado local.
Como se dijo, para atender a esta demanda creciente desde Asia el gobierno dejó liberada la exportación de carne de vaca D y E, pero acotó la de las otras categorías que sí tienen demanda dentro del mercado interno. De las mejores vacas no se podrán vender los cortes populares, como sucede con los novillos, los novillitos y las vaquillonas. De los toros, en cambio, puede venderse todo.
Quedó claro que el gobierno tampoco autorizará este año ventas al exterior por más de 700/750 mil toneladas de carne vacuna. Esto sería cerca del 24% de la producción nacional, con lo cual Argentina se beneficiará solo parcialmente de la voracidad china, que se refleja en los muy buenos precios que paga por el producto.
De acuerdo con el último informe de APEA (la Asociación de Productores Exportadores), los cortes como garrón y brazuelo se venden para China en 7.800 dólares por toneladas, mientras que los sets de cortes varios de vacas se colocan en 6.000 dólares.
Se trata de precios incluso superiores a los de fines del año pasado, cuando suele producirse el pico anual de demanda, ya que urge completar los barcos para abastecer con carne a China para las festividades por el año nuevo lunar.