La “retención cambiaria” representa en la actualidad el mayor desincentivo para incrementar la única fuente de generación de divisas que tiene actualmente la Argentina –las exportaciones–, lo que lleva al país a enfrentar una escasez de dólares en un contexto de creciente emisión monetaria de pesos.
Pero la desgracia de la “retención cambiaria”, producto de la enorme brecha entre el tipo de cambio oficial (intervenido por el gobierno nacional) y el real (MEP), no solamente afecta a los exportadores de bienes y servicios, sino también, en algunas ocasiones, al propio Estado nacional.
Veamos. El año pasado, luego de una serie de incendios devastadores en la Patagonia, el Estado argentino declaró la emergencia ígnea en las provincias de Rio Negro, Chubut y Neuquén.
Posteriormente, el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema) solicitó que amplíen las acciones y partidas presupuestarias destinadas al Fondo Nacional del Manejo del Fuego.
En ese marco, la Corporación Andina de Fomento (CAF) realizó a fines del año pasado una donación de 250.000 dólares destinada al Fondo Nacional del Manejo del Fuego, la cual se acreditó el pasado 19 de enero para transformarse en 25,6 millones de pesos al ser convertida al tipo de cambio oficial.
Pero para esa fecha una suma de 250.000 dólares era equivalente a unos 54 millones de pesos, lo que implica que más de la mitad del valor de la misma se la apropió el Estado nacional, aunque en este caso particular la “víctima” es también el propio Estado argentino. Una auténtica muestra de “canibalismo” tributario.
La Corporación Andina de Fomento (CAF), cuyo nombre actual es el Banco de Desarrollo de América Latina, está conformada por 17 países de América Latina y el Caribe, así como por España, Portugal y tres bancos privados latinoamericanos.