Si las marchas y manifestaciones del sector agropecuario inquietan de alguna forma a la dirigencia local, esta vez pueden guardar el antiácido porque el encuentro que se dio ayer, de al menos 6000 productores equipados con sus tractores, caballos y carros, no ocurrió en territorio nacional. Fue la plaza central de Madrid la que recibió a manifestantes durante el día de ayer, que reclamaban políticas públicas que permitan “que la actividad agraria sea rentable y sostenible”.
Representantes de agricultores, ganaderos, pesqueros, de la agricultura familiar y hasta de entidades que nuclean a mujeres rurales, realizaron una marcha por distintos ministerios españoles para hacer oír distintas demandas del mundo rural español.
La convocatoria no contó con el respaldo de las organizaciones agropecuarias tradicionales de España, que en cambio llamaron a una nueva movilización para el próximo 20 de marzo. En ella estarán presentes la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), el Comité de Agricultura (COAG), la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), la Federación Española de Caza, la Federación de Asociaciones de Ganado Selecto, la Unión de Criadores de Toros de Lidia y la Alianza Rural.
Entre los reclamos listados, y casi como si fuera un calco de la situación argentina, con la sutil diferencia que allá cobran cuantiosos subsidios mientras que aquí los productores sufren el descuento de sus precios por vía de las retenciones. Como sea, se habla de rentabilidad y de la necesidad de que los productores cobren precios mínimos que cubran sus costos de producción y que aseguren un crecimiento de la actividad.
Por otro lado, y este es un tema de preocupación para la Argentina, se exigió que las importaciones respeten las mismas exigencias en materia de calidad, seguridad alimentaria y bienestar animal, además de contener un etiquetado claro para conocer el origen de los productores.
“La agricultura está a punto de morir, están entrando productos de otros países mientras que los nuestros se están quedando en los árboles”, afirmo durante Carlos Bueno, secretario general de Alma Rural, una de las entidades organizadoras.
También se hizo eco el debate por la Ley de Bienestar Animal, un proyecto que ha generado numerosos desacuerdos en el sector y que para los ganaderos afecta la producción de animales para el consumo. La iniciativa busca establecer controles a la cría de animales en establecimientos para tales fines, sin una correcta discriminación entre aquellos domésticos y no domésticos.
“Comprendemos que hay que tener un control de natalidad (de los animales) adecuado pero es un problema de ciudad, de superpoblaciones de animales en ciudades, nosotros tenemos nuestros animales de producción. Se diferencia entre animales que nos comemos y a los que acariciamos”, alertó un integrante de Alma Rural.
Los convocantes indicaron además que se está abriendo paso a una política donde los procesos urbanísticos están expulsando a las explotaciones del territorio.
Finalmente, en la clausura del acto, la presidenta de la Asociación de Familias y Mujeres del Mundo Rural (Afammer), Carmen Quintanilla, afirmó que el medio rural se “está muriendo poco a poco” y que las mujeres lo están abandonando porque no tienen “la gran alternativa del empleo”.
Fuentes: El País, La Razón