Los socios de SanCor CUL volvieron a confiar en el Estado argentino para salir de una situación financiera complicada a pesar de los antecedentes desastrosos en la materia.
Hoy viernes la Asamblea Extraordinaria de SanCor aprobó por unanimidad el contrato de fideicomiso propuesto por un grupo de empresarios acostumbrados a realizar negocios con el Estado y funcionarios del gobierno nacional.
El acuerdo contempla la creación de un fideicomiso con un plazo de quince años que será administrado por un grupo de empresarios –más bien “empresaurios”– y recibirá fondos de entidades bancarias estatales (fundamentalmente del Banco Nación).
El fideicomiso será gestionado por José Urtubey de Celulosa Argentina, Marcelo Figueiras del laboratorio Richmond, Gonzalo Scaglione de Grupo Televisión Litoral (que también controla La Capital Multimedios), el abogado Leandro Salvatierra, el consultor lácteo Jorge Estévez y, por supuesto, un representante de SanCor CUL.
Si bien la conducción del gremio lácteo Atilra no formará parte del fideicomiso, integrará la administración del mismo a través de un director designado por el sindicato liderado por Héctor Luis Ponce.
Como el eje central del acuerdo es el dinero –de todos los argentinos– que aportará el Estado nacional a través de entidades bancarias oficiales, no queda claro porqué el mismo no se ofreció de manera directa como crédito bancario a SanCor CUL o bien a través de un fideicomiso gestionado, por ejemplo, por el Banco Nación. Lo cierto es que, en los hechos, los socios de SanCor perderán el control de la gestión de la empresa.
La cooperativa láctea SanCor, luego del proceso de reestructuración encarado entre 2017 y 2019, que incluyó la venta de buena parte de sus activos y un Acuerdo Preventivo Extrajudicial para abonar una porción de una enorme deuda comercial, actualmente dispone de seis plantas industriales que procesan diariamente unos 650.000 litros de leche, que son empleados para elaborar leche fresca y en polvo, manteca, crema, dulce de leche y quesos. Cuenta con unos 1700 empleados.
La cuestión es que, debido a sus antecedentes, SanCor no cuenta con financiamiento bancario y comercial, lo que le impide capturar un mayor volumen de leche, algo necesario para licuar los elevados costos fijos que tiene y tornarse en una unidad industrial competitiva. De hecho, los directivos de SanCor apuntan a procesar al menos 1,2 millones de litros diarios de leche, casi el doble que en la actualidad.
En los últimos dos años los directivos de SanCor estuvieron buscando socios y financiamiento sin mayor éxito. El escaso financiamiento que tiene a mano es aportado por financieras de mediano porte y cooperativas de crédito. La aceptación de la propuesta diseñada por los “empresaurios” con aval del gobierno es considerada como la última alternativa por la mayor parte de los socios de SanCor.
Sin embargo, la última vez que SanCor hizo negocios con el Estado nacional no le fue nada bien. La cooperativa cuenta con una importante deuda dolarizada generada por operaciones impagas que se realizaron en el marco de un acuerdo firmado a fines de 2006 con la entidad estatal venezolana Bandes, por medio del cual, además del envío de partidas de leche en polvo a modo de pago de un crédito de 80 millones de dólares concedido por esa entidad bolivariana, SanCor se comprometía a abastecer con ese producto al gobierno venezolano.
Pero el cobro de esas exportaciones no se efectuaba de manera directa, sino a través del fideicomiso “Néstor Kirchner”, el cual era gestionado discrecionalmente, en el marco del programa “petróleo por alimentos”, por funcionarios kirchneristas y bolivarianos. Buena parte de las exportaciones de leche en polvo destinadas a Venezuela se hacían además con sobreprecios superiores al 50%.
A pesar de tales antecedentes, los socios de la actual SanCor CUL creen que ahora la historia será diferente.
Señor Periodista.-
Usted que sabe tanto, me puede responder la siguiente pregunta?
¿Qué otra alternativa tenía SanCor, si no era entrar en éste Fideicomiso?
Cerrarse. Igual que Aerolíneas Argentinas … otra empresa inviable.