Javier Pirda, presidente de Capia (Cámara Argentina de Productores Avícolas), asegura que, si se suma la oferta local de carne aviar y la de huevos, actualmente el sector avícola aporta una mayor cantidad de proteína animal que la carne vacuna. Más exactamente unos 65 kilos anuales por habitante, contra los 56 kilos anuales que surgen del sector bovino.
“Hoy la avicultura es la primera proteína animal de todas”, nos dijo orgulloso en la reciente ExpoAvícola 2018, que se realizó en Buenos Aires.
– Pero la agenda política sigue manejada por la carne vacuna- le decimos.
– Y va a ser siempre así porque la Argentina tiene una matriz ganadera. De cada 18 empleados que hay en el Senasa, alrededor de 15 se dedican exclusivamente a la carnes rojas. Los otros tres tocan el resto de las especies. Es la matriz argentina, aunque el resto de las cadenas productivas estamos reclamando por nuestro nuevo lugar.
Mirá la entrevista completa con el presidente de Capia:
En el país, según nos contó Prida, el sector productor de huevos está conformado por 950 empresas productoras distribuidas en 16 provincias . Buenos Aires tiene 41% de la producción y Entre Ríos el 26%, pero han aparecido núcleos productivos importantes en gran cantidad de lugares, como Trelew, Salta, Jujuy o Tucumán. “El polo de moda hoy es La Pampa. Es la provincia que más esta creciendo, ya que hay treo o cuatro inversiones importantes”, relató.
Según el directivo, “la avicultura es una industria que arraiga a la gente y le da trabajo los 365 días del año. Son inversiones grandes y los galpones no se pueden trasladar de un día a otro”.
En febrero pasado, luego de 30 meses de trabajar empatando los costos o trabajando por debajo de ellos, el sector productor de huevos logró una fuerte recomposición del precio de su producto final. Prida cuenta que “la crisis se resolvió con un achique de producción muy grande y esa recuperación de precios nos ha permitido tomar una bocanada de oxígeno”.
De todos modos advirtió que la situación de ahogo podría volver a producirse debido a que los márgenes los termina colocando la intermediación. En ese sentido, remarcó que muchas veces “un intermediario con un local alquilado y dos camionetas tiene más poder para fijar precio que un productor que tiene una inversión de 2 o 3 millones de dólares”.