Hace unos días nos encontramos con Thomas Dixon, que es el responsable de las exportaciones de la compañía estadounidense Hy-Line, que a su vez es la empresa de reproducción genética de aves de postura más antigua y más grande del mundo. Fundada en 1936 en Iowa por Henry Wallace, fue la primera compañía genética en utilizar los principios de hibridación en la reproducción de aves ponedoras comerciales.
En la actualidad Hy-Line produce y vende gallinas ponedoras de huevos blancos y marrones para más de 120 países, entre ellos la Argentina. Por eso estaba Dixon por aquí, de visita a sus socios locales de la cabaña avícola Feller, del Grupo entrerriano Motta.
Mirá la conversación con Dixon:
– ¿Qué es lo que producen en Hy-Line? – le preguntamos los Bichos de Campo.
– Hacemos genética y exportamos las ponedoras a todas partes del mundo. Una genética específica para aves destinadas a poner huevos. Lo que buscamos es un ave que convierta muy bien su alimento para producir muchos huevos a lo largo de su vida en forma económica.
Según la gente del grupo Motta, la genética de Hy-Line se ha introducido en más o menos la mitad del plantel de gallinas ponedoras de la Argentina. Dixon cree que graciaa a eso “la Argentina compite muy bien con el resto del mundo y una de las razones es que aquí han sido bendecidos con una gran calidad de alimento (maíz y soja), que les permite tener a su vez una buena producción de huevos”.
“Los resultados que estoy encontrando aquí en la Argentina están muy cerca del potencial genético”, nos dice el experto a modo de despedida. Nos deja conformes del huevo que le ponemos.