El mercado de los insumos agrícolas sigue caliente. Según los analistas, la tendencia a los altos precios de agroquímicos y fertilizantes se mantendrá por varios meses, lo que podría condicionar el uso de tecnologías en la próxima campaña agrícola, y más particularmente en la siembra de trigo y cebada del ciclo 2022/23.
Uno de los que percibe que este será el escenario el año entrante es el consultor Jeremías Battistoni, de Az Group. “La tendencia alcista se da por cuestiones coyunturales que creo no van a tener una respuesta de corto plazo, y por lo tanto se mantendría por 4 o 6 meses más”, indicó.
Si así fuera y los precios de los insumos continúan en estos altos niveles (con aumentos de más del 100% en algunos casos respecto de 2020), se vería afectada la próxima campaña fina. “Creo que lo más interesante es ver cómo se va a dar la siembra trigo y cebada del próximo ciclo, cuál es el escenario, si los altos precios van a condicionar el uso de tecnología e incluso el área a cubrir”.
Hay que tener en cuenta que según el último informe de la consultora la relación entre Urea y trigo en los últimos 10 años fue “de 1,4 toneladas de trigo por tonelada de Urea y en la actualidad es de 3,1 a 1”. Es decir, a valor producto, el fertilizante nitrogenado más que duplicó su valor.
Battistoni luego explicó cómo se llegó a este escenario inédito. Dijo que “en una primera instancia fue la suba de los granos, luego cuestiones vinculadas a la logística y los incrementos de los fletes, y ahora se conjugan la crisis energética global, que hace que los países productores recorten exportaciones. China se retira del mercado y Rusia le pone tope máximo a las ventas, mientras Europa y la india incrementan su demanda” de fertilizantes.
Así las cosas, llegamos a un escenario en el que la relación insumo-producto esta descolocada. En el mercado mundial “la urea sigue aumentando y ya cotiza en 1.035 dólares promedio y el MAP (fosfato monoamónico) en más de 900 dólares la tonelada. También se encareció el glifosato”. Son tres insumos claves para el negocio agrícola local.
No parece haber un escenario de faltantes. Según este informe el INDEC publicó los dato de importación de urea de octubre, cuando ingresaron 182 mil toneladas del fertilizante. Así, “en lo que va del año el acumulado asciende a 1,29 millones de toneladas alcanzado un nuevo récord para la fecha”.
El precio CIF promedio de importación fue de 519 dólares por tonelada, cuando en el mercado local la urea cotiza en 1.035 dólares. Conforme los precios de referencia FOB, la paridad teórica de precio de reposición se ubica en 1.244 dólares, lo que alienta las chances de que se mantengan los altos valores. “El mercado se mantiene enrarecido, con atores que retiran sus ofertas en momentos puntuales”, apuntó el informe.
En el caso del MAP, el acumulado importado en lo que va del año llega a las 864 mil toneladas, también por encima del promedio. El precio CIF promedio declarado en septiembre fue de 737 dólares por toneladas, y en el mercado local, el MAP cotizaba a 900 dólares. La paridad teórica de importación es de 993 dólares.
Battistoni indicó que, en este escenario, también el poder de compra del maíz y la soja frente a esos insumos se ha reducido mucho y es 70% inferior al promedio de los últimos 5 años. En el caso del glifosato es 80% menor y con los fosforados un 25% más bajo.
Pero curiosamente la relación es positiva para la compra de gasoil y del herbicida atrazina. “Entonces la recomendación es avanzar con la compra de esos productos”, indicó el especialista de AZ Group.