Tal como sucedió a fines de mayo del año pasado, las autoridades del Banco Central (BCRA) volvieron a entorpecer la importación de fertilizantes en pleno período crítico de siembra de cultivos.
El pasado 5 de octubre, por medio de la Comunicación “A” 7375 del BCRA, se inhabilitó la posibilidad de importar fertilizantes con la modalidad de pago contra documentos (CAD por sus siglas en inglés), que es la práctica usual en ese mercado.
Eso implica, en los hechos, que se entorpecerá el flujo de ingreso programado de fertilizantes tanto nitrogenados como fosforados, cuando faltan importar entre 800.000 y un millón de toneladas de ese insumo crítico para los requerimientos del último tramo de la campaña gruesa 2021/22.
Representantes de la industria de fertilizantes plantearon el problema ante funcionarios del Ministerio de Agricultura, quienes comprenden plenamente la situación, pero la decisión final está en manos de las autoridades del BCRA.
Si la medida se mantiene vigente, está en riesgo el normal abastecimiento de fertilizantes para la siembra de maíz tardío, que será –nada menos– que la principal fuente de oferta del cereal en el ciclo comercia 2021/02.
Una situación similar ocurrió a fines de mayo de 2020, cuando el BCRA, por medio de la Comunicación “A 7030”, restringió la normal operatoria de importación de fertilizantes.
Tres semanas después, luego de explicar que la provisión de fertilizantes es un aspecto crítico para el sector agrícola –que es, recordemos, la principal fuente genuina de divisas en la actual coyuntura–, el BCRA finalmente publicó la Comunicación “A 7042” para exceptuar a los fertilizantes de las restricciones implementadas por la “A” 7030.
Así fue como las compañías del rubro de fertilizantes lograron gestionar los volúmenes necesarios para abastecer las necesidades de la campaña de granos finos 2021/22 y la primera parte de la de granos gruesos, hasta que, nuevamente y sin previo aviso, se volvió a entorpecer el normal flujo de operaciones.