“Llevo más de 20 meses tratando de comunicarme con algún funcionario de Agricultura de su gobierno”, expresó Fernando Rivara, el presidente de la Federación de Acopiadores de la República Argentina, en una carta dirigida al presidente Alberto Fernández, en el que le vuelve a expresar el temor de la cadena agrícola por la posible pérdida de mercados ante la eventual liberación del trigo transgénico HB4, desarrollado por Bioceres.
En la carta enviada al presidente -con copia a los ministros de Agricultura, Julián Domínguez; de Economía, Martín Guzmán; y de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero- la Federación de Acopiadores expresa la “enorme preocupación de toda la cadena triguera” por este tema y reclaman una reunión con el primer mandatario argentino para hablar del asunto.
A su vez solicita que “es imprescindible que, rápidamente, se adopten medidas estrictas de aislamiento y confinamiento de la producción de trigo HB4 en proceso, mientras no exista la certeza de que nuestros compradores aprobarán esa producción”.
Este es la carta que Rivara envió al presidente:
NOTA A PRESIDENTE DE LA NACION X TRIGO HB4 (1)
El trigo HB4 fue aprobado por las autoridades del Ministerio de Agricultura en octubre del 2020, aunque su comercialización como semilla quedó condicionada a que Brasil también lo apruebe. La Comisión Nacional de Biotecnología de ese país (CNTBio) viene postergando una decisión al respecto y en su última reunión, la semana pasada, volvió a posponer el tratamiento de dicho expediente para noviembre.
En el texto firmado por Rivara, la entidad que agrupa a los acopios sostiene que “en los 20 meses de gestión no logramos alcanzar un diálogo franco con los funcionarios del Ministerio de Agricultura sobre los peligros que acarrearía la presencia de trigo o harina transgénicos en el complejo exportador. Cada vez que intentamos manifestarlo nos responden que están a favor de la innovación tecnológica, tema que no está en debate ya que la cadena agropecuaria es una firme defensora de esa posición”.
La principal preocupación de la cadena se centra en el posible rechazo de todos los compradores de trigo argentino a adquirir trigo o harinas OGM. Abitrigo (la Cámara que agrupa a los molinos brasileños) ya informó que si Argentina autoriza un trigo transgénico, ellos comprarán el cereal en otros países. Según la carta, lo mismo ocurrió con Bolivia, los países del Sudeste Asiático y África.
Advertencia de los acopiadores: La controversia por el trigo HB4 podría llegar a la justicia
Hoy la Argentina produce aproximadamente 20 millones de toneladas de trigo convencional, de las cuales se exportan 13 millones como granos y 800.000 toneladas como harina, generando divisas por 4.500 millones de dólares. El Estado por derechos de exportación recauda unos 530 millones de dólares. Eso es todo lo que está en peligro, según Rivara.
“Es una locura aprobarlo, los compradores no quieren trigo transgénico”, expresó el dirigente de los acopiadores. Que agregó: “Hoy los trigos argentinos son reconocidos en el mundo por su buena calidad, su nivel proteico y gluten, la aprobación transgénica hará que perdamos mercado de excelencia y tengamos que buscar mercados menos exigentes”.