A veces las mejores innovaciones llegan de la mano de la solución de los problemas más comunes. Y un claro ejemplo de eso es el trabajo de la empresa cordobesa SeedMatriz, radicada en la localidad de Río Cuarto. Desde hace tres años vienen trabajando para resolver un problema que existió siempre en la siembra de híbridos de maíz: la falta uniformidad.
Lo cierto es que la forma del grano de maíz, casi parecido a un diente, y su falta de homogeneidad en su calibre o tamaño, ocasiona que la distribución, al momento de la siembra, no se realice nunca de forma correcta.
¿Pero eso que significa? “La desuniformidad de siembra y calibre hace que en el surco queden plantas muy juntas. Ellas terminan compitiendo entre sí, dando lugar a plantas dominadas y dominantes. Y quedan además espacios sin cubrir, porque la semilla no siempre cae en el lugar indicado”, explicó a Bichos de Campo Federico Cola, ingeniero agrónomo y socio fundador de SeedMatriz.
“Realmente no se ha tomado conciencia de este problema, que existe en todos los lugares en donde se siembra maíz. Por la forma en que hoy sembramos los argentinos, la investigación realizada nos indica que se pierden a causa de eso unos 700 kilos de producto por hectárea”, agregó Cola. Trasladado al plano nacional, el sistema productivo de maíz argentino pierde anualmente 980 millones de dólares.
Para hacer frente a ese problema, los emprendedores cordobeses arribaron a la idea del “encapsulamiento” de semillas, el cual, gracias una inversión de privados que llegó a los 350.000 dólares, pudieron concretar.
Se trata de un “envoltorio” o cobertura formada por productos de origen vegetal y mezclas químicas inocuas para el suelo, que le otorga a la semilla una forma redonda homogénea. Para realizarlo, el equipo de ingenieros de la empresa adaptó maquinaria ya existente en el mercado y comenzó a analizar la mezcla de distintos insumos recurriendo a la nanotecnología, la microbiología y los micronutrientes para dar con la cobertura deseada.
https://youtu.be/51J6jl0fRyA
“Los semilleros lo han querido hacer con otros materiales, que lograban darle una cobertura redonda, pero finalmente dificultaban la germinación en tiempo y forma. Nosotros tenemos 700 fórmulas hechas en laboratorio y todas las semanas probamos cerca de 20 nuevas, así que es innumerable la cantidad de datos que tenemos”, señaló el ingeniero agrónomo, quien también es empresario agropecuario.
La cápsula no sólo mejora el rendimiento en la siembra, ya que el disco encargado de soltar las semillas puede hacerlo de una en una respetando las distancias adecuadas, sino que además potencia el desarrollo inicial del cultivo, protegiendo a la semilla durante su germinación. Según los empresarios, con la tecnología de “encapsulamiento” se podrían recuperar más de 590 millones de dólares por año en este sector.
¿Y qué pasa con el envoltorio en la tierra? El mismo se degrada en forma natural sin dejar ningún tipo de residuo que afecte la macrobiótica del suelo. “Esta tecnología aporta mucho también a la bioseguridad, porque hay una manipulación por parte del operario de la semilla que sale del semillero con terápicos, que son básicamente fungicidas y herbicidas. Con el encapsulado no se tiene contacto con estos productos”, destacó Cola.
-¿Esta tecnología se ofrecerá en forma directa al productor que compre maíz o piensan entablar relación con los semilleros?- le preguntamos.
-Nuestro modelo de negocio está directamente enfocado en los semilleros para que vendan la semilla ya encapsulada, y creo que el productor lo va a pedir. Al igual que hoy por “default” salen todas las semillas curadas, creemos que en un futuro empezarán a salir encapsuladas. Nosotros hoy ponemos el foco en el maí,z pero también hay un montón de cultivos que serían fácilmente encapsulables, como el girasol, la soja, algunas hortalizas y también pasturas.
-Si llevan esa tecnología a otros cultivos, ¿el revestimiento sería el mismo o debería adaptarse en cada caso?
-Tiene que tener una adaptación por cada semilla por los requerimientos tanto nutricionales como hídricos. Posiblemente cambie, ya que cada semilla tiene que tener su ajuste, aunque la mayoría de los componentes serán similares.
-¿Considerás que el costo por semilla se incrementará mucho a partir de la implementación de este encapsulamiento?
-Es posible que no todo el costo se deba trasladar al productor, porque esta tecnología permite que el semillero recupere mucho de la semilla que no puede calibrar. Ahí tiene un ahorro de costo importante. Ahora estamos validando de nuevo el modelo de negocio y cómo se podría trabajar a nivel comercial.
El proyecto se encuentra aún en su etapa experimental. SeedMatriz ya se encuentra trabajando en 20 localidades distintas del país para validar la adaptación de la fórmula en cada suelo y sus potenciales rendimientos.
-¿Cuándo creen que esta innovación llegará a la etapa comercial?
-Según los ciclos biológicos de este cultivo, creemos que para la próxima temporada estará en el mercado.
Seed Matriz recibió en 2019 el apoyo de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender. El año pasado, participó en el programa Impulso a Emprendimientos Agtech, que llevó adelante la misma agencia en conjunto con la Asociación de Emprendedores Tecnológicos (Asetec).