La mudanza prevista, en diciembre próximo, del mercado ganadero de Liniers desde su predio histórico de Mataderos, llevó a enfrentamientos sobre el lugar de traslado entre las 56 casas consignatarias que allí operan y que forman parte de la sociedad anónima que administra el mercado concentrador. Las ideas en marcha sostienen o bien ubicarlo en un predio de Ezeiza, que pertenece a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), o bien trasladarlo a un predio privado en Cañuelas. Bien atrás quedó la intención inicial de los funcionarios porteños de radicarlo en La Matanza, en tierras del Mercado Central, luego de que la intendenta Verónica Magario frenara todo a través de la presentación de un amparo.
Alfonso Monasterio, presidente de la consignataria Monasterio-Tattersall, aclaró de todos modos a Bichos de Campo que “hasta que no se arme el nuevo mercado no desaparecerá el de Liniers. La idea es que el mercado definitivo quede establecido en 2020, y que podamos embarcarnos la mayor cantidad de consignatarias posibles”.
Entre los destinos posibles, Monasterio dejó abierta ambas chances. “Es una opción alternativa que se monte bajo un emprendimiento privado que estaría emplazado entre rutas 3 y 6, aunque también nos parece muy buena la idea de llevar el mercado a Ezeiza, ya que hay interés de parte del intendente Alejandro Granados”.
El empresario declaró que, vaya donde vaya el mercado, “la esencia que debe adquirir es la de seguir siendo un mercado de referencia como lo es hasta ahora en todo el país, que se perciba como ecológico y sustentable, que cuide aspectos sanitarios, que tenga aptitud para 8.000 a 10.000 cabezas, donde también se pueda vender invernada, e incluso donde se pueda conformar un polo agroindustrial para que no se trate sólo de un mercado de compra y venta de hacienda. Con esto me refiero a la idea de montar, por ejemplo, una planta de biogás que procese los desechos de la materia fecal para generar energía eléctrica”.
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Respecto del impacto de la seca en el mercado ganadero, Monasterio comentó que “el mercado viene movido; salieron terneros muy livianos, con menos kilaje del que debían tener para salir. Fueron cuatro semanas de trabajo intenso por la oferta infernal de terneros. Esto no sucede habitualmente, y quizás haga que en los próximos tres meses tengamos una oferta de gordo importante”.
Monasterio agregó que “hace bastante que no sucedía esto de ver tanta entrada de vaca a faena. Luego se notó un recupero ya que hubo menos oferta, y esto trajo buena colocación de vientres. No obstante prevemos que habrá una faltante de vaca importante en lo que queda del año. Por eso mi consejo es que el ganadero compre vaca preñada o ternera, ya que es el momento para comprar, aunque sabemos que hay muchos que no tienen campo en condiciones para albergarla. Esperemos más recuperación con nuevas lluvias”.