El establecimiento de Graciela Benegas huele, literal, a menta. Está ubicado en San José, una localidad agrícola vecina a Villa Dolores, dentro del hermoso valle cordobés de Traslasierra. Graciela cultiva esa planta herbácea y además dirige un secadero y planta procesadora de la cual luce orgullosa. Sahicor Aromáticas se llama la empresita, que incluso brinda servicio a otros pequeños productores de menta.
“Habrá poco más de 60 productores que se dedican a cultivar menta en esta zona, que es muy buena para el cultivo, no como otras zonas que tienen exceso de humedad. Acá la mantenemos con un riego semanal”, explicó Benegas a Bichos de Campo.
“Por lo general los productores de menta son pequeños, no cosechan grandes cantidades, por ahí tienen media o una hectárea y para llevar a secar su menta a otro lado es muy costoso. En cambio ahora pueden traer su producción acá, se la pesamos y la procesamos y envíamos a las yerbateras nosotros mismos”, explicó la mujer.
Mirá la entrevista completa a Graciela Benegas:
La menta es un cultivo que puede admitir varios cortes por año; y de las cuatro variedades de menta que existen una de ellas puede llegar a tener hasta nueve cortes. “El primer corte se hace a los tres meses y luego se hace de a un corte por mes o cada 40 días, todo depende de la atención que le ponga el productor”, explicó Benegas.
También contó que la vida útil de una planta de menta puede llegar hasta los 10 años, pero solo si el lote no se llena de malezas y se mantiene limpio. “Pero si por el contrario el terreno se llenara de malezas, esos plantines seguirían siendo útiles, solo que habría que sacarlos de allí y llevarlos a nueva tierra”.
-¿Por qué hay que secar la menta?
-Por lo general la menta viene seca del campo pero acá le damos un par de días de sol y luego la procesamos. Ocurre que la hoja se humedece con el palo, y precisamente para que no se caiga la hoja en el campo se la trae con algo de humedad. La ponemos sobre nylon, y luego de dos días la pasamos por una trilladora (en este caso es una vieja cosechadora de granos convertida) que trabaja parada, se le van acercan los paños de las hojas y se las coloca dentro. Luego esta maquina va sacando el palo grande por un lado, y la hoja por el otro lado.
“La hoja se lleva a un galpón y es pasada por una zaranda con 5 bocas para sacarle el polvillo, pero también para sacarle el palo, de modo tal que en la última boca salga limpita la hoja”, agregó explicando el proceso de secado y procesado de la menta.
Benegas relató que entre sus clientes se encuentran las yerbateras que le compran mucha cantidad de menta para elaborar la yerba compuesta. En su caso Benegas la vende de dos formas: con palo destinada a hierbas y sin palo que va en paquetes de un kilo a herboristerías fundamentalmente. “La menta se usa en todo, en la yerba, en el licor, en remedios, en perfumes. La menta va para todo”, aseguró. El proceso de producción de los chicles de menta se los debemos.
Para los pequeños productores de San José, lo bueno de la menta es que “es un cultivo que se puede hacer todo el año, no es como la papa que son sólo dos cosechas al año”. Esto les asegura un ingreso más o menos permanente.