La vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, a través de su iPhone importado, tuiteó hoy un extracto de una entrevista realizada por el canal TN a un carnicero del barrio porteño de caballito para intentar justificar la instrumentación del “cepo” exportador de carne vacuna.
“Mirá el video. No lo digo yo… Lo dice un carnicero y, además, lo dice en TN. La estabilidad y la previsibilidad no sólo debe ser para los que invierten, sino también para los consumidores”, aseguró la vicepresidenta.
Si bien el carnicero, quien aseguró que en los últimos dos meses no ajustó los precios de los cortes ofrecidos, no hizo referencia alguna al “cepo” exportador, está claro que el mensaje de Cristina pretende establecer un nexo causal entre ambas situaciones.
https://twitter.com/CFKArgentina/status/1435256748835811328
Lo preocupante, en todo caso, es la incongruencia del mensaje de la mandataria, dado que si la política del gobierno nacional es asegurar “estabilidad y previsibilidad” para los consumidores, ¿cómo se explica entonces el 51,8% de inflación oficial a pesar de las enormes y crecientes regulaciones que se aplican a muchos productos y servicios esenciales?
Y esa pregunta habilita otros interrogantes. Si se entiende que la aplicación de un “cepo”, es decir, una medida de fuerza que obliga a las empresas a no vender todo lo que quieren de un determinado producto, es un política exitosa para contener la inflación (generada por exceso de emisión monetaria), ¿se vienen entonces más “cepos exitosos” a otros productos?
No deja de ser interesante, en el mensaje compartido por la vicepresidenta, que se da por hecho de que en la Argentina existen condiciones de “estabilidad y la previsibilidad” para los inversores, algo que, según el último informe regional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), no se estaría cumpliendo.
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