No nos gusta hacer notas con comparaciones odiosas, pero esta resulta casi inevitable. Desde hace varios años que en la Argentina hay indicios muy evidentes de una crisis hídrica preocupante (sobre todo en las provincias cordilleranas que dependen del riego) pero la agenda pública ignora casi por completo el problema. En Chile, en cambio, se acaba de lanzar un plan nacional contra la sequía.
Las cumbres que albergan los glaciares cada vez más empequeñecidos son las mismas entre ambos países. Pero las actitudes hasta aquí son bien distintas.
En la Argentina, el tema no forma parte de las preocupaciones del Presidente y de su Gabinete, y mucho menos es mencionado en los discursos que saturan durante la campaña electoral. En Chile, en cambio, el presidente Sebastián Piñera, presentó este domingo el Plan contra la Sequía. Contiene una serie de medidas que buscan aumentar la disponibilidad de agua, mejorar la eficiencia en su uso y asegurar el abastecimiento para el consumo humano y la producción de alimentos.
Cuenta un comunicado del Ministerio de Agricultura de Chile que “la estrategia busca promover la desalinización, con foco en las regiones más afectadas por la sequía; la tecnificación del riego para la producción de alimentos; un nuevo impulso de inversión para el agua potable rural; y el uso eficiente del recurso en las ciudades”. Completito.
Aquí mientras tanto muchos siguen manguereando sus autos en la vereda, como si nada pasase.
“Todos debemos ser parte de la solución”, dijo el presidente Piñera en una visita a agricultores en el sector de Peldehue, comuna de Colina. “Convoco a todos mis compatriotas a tomar plena conciencia de que el agua es vida y a crear una sólida cultura de cuidado del agua como un verdadero tesoro, pues constituye un recurso escaso y fundamental”, añadió rodeado de varios de sus ministros. Entre ellas, la titular de Agricultura, María Emilia Undurraga.
Aquí, de la crisis hídrica que viven las provincias cuyanas, y que ya está teniendo consecuencias concretas sobre la superficie irrigada, no ha habido pronunciamiento en la cartera agropecuaria.
¿En qué consistirá el plan chileno contra la sequía? Para empezar, la llamada “desalación de agua” se fortalecerá especialmente en las regiones de Coquimbo y de Valparaíso, las más afectadas por la escasez hídrica. Allí se espera agilizar proyectos de inversión en plantas desalinizadoras. La capacidad de las plantas desaladoras que actualmente existen en el vecino país asciende a 6.653 litros por segundo, pero ya están construcción cuatro proyectos en las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo.
En el caso de la agricultura, que utiliza cerca del 70% del agua disponible en Chile, el gobierno anucnió fondos especiales para continuar con la tecnificación del riego, especialmente en la agricultura familiar.
En la línea de la tecnificación del riego, se continuará adelante con el plan de construcción de 26 embalses y se pondrá discusión inmediata a la prórroga de la Ley de Riego por 12 años más. En la última década, esta ley permitió inversiones en obras de infraestructura que beneficiaron a más de 330.000 usuarios, de los cuáles el 80% fueron pequeños agricultores.
Además, se creará un Fondo Especial de Sequía que permitirá superar los 110 millones de dólares de inversión en riego por año en 2021 y 2022; y se impulsará un fondo de investigación estratégica en sequía por 6.000 millones de pesos chilenos, con el cual se espera obtener propuestas concretas de corto y mediano plazo para hacer frente a la sequía.
Los proyectos de Agua Potable Rural para garantizar el consumo humano también se verán fortalecidos. En 2021 se invertirán más de 342 millones de dólares, casi triplicando el promedio de inversión anual de la última década (2010-2019) y se mantendrá un impulso de inversión en Agua Potable Rural para alcanzar una inversión de 650 millones de dólares para el bienio 2021-2022.
Además de las iniciativas del Plan de Sequía, Piñera destacó que “hace pocos días, a través del Ministerio de Agricultura, decretamos emergencia agrícola en las Regiones de Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins y Maule, las que se suman a la Región de Los Lagos. Y hoy queremos anunciar que vamos a declarar, también, emergencia agrícola en la Región Metropolitana”.
En Mendoza y San Juan se reclama insistentemente por una declaración semejante por parte del Gobierno de la Argentina. Pero nada sucede.
Bichos de Campo realizó el año pasado un programa especial para retratar la preocupación que existe en aquellas provincias: