“Este año los tradicionalistas no peregrinaremos a caballo a Luján a saludar a la Virgen Gaucha”, se lamentaron al unísono los integrantes del Círculo Criollo El Rodeo y el Círculo Criollo Martín Fierro, las dos organizaciones que hasta el año pasado participaban de ese evento desde el 7 de octubre de 1945 y que se dedican a investigar, conservar y difundir el acervo cultural argentino.
Esa devoción mariana se fue articulando a lo largo de los años para fusionar la tradición criolla con la veneración a la Virgen de Luján, pero a partir de este año el intendente de ese partido bonaerense, Leonardo Boto, determinó que los caballos no podrán ingresar más a la ciudad para realizar el tradicional desfile que solía hacerse en el marco de la peregrinación a Luján, que es, probablemente, la movilización católica más importante de la Argentina. Entre los argumentos para instrumentar la prohibición se mencionó la necesidad de “no perjudicar a los animales”.
En señal de protesta, las organizaciones tradicionalistas difundieron un comunicado en sus redes sociales, en el que compartieron una serie de fotos con el hashtag #ACaballoALuján. El presidente del Círculo Criollo El Rodeo, Rodolfo Asín, junto a Nazareno Cano, representante del Círculo Criollo Martín Fierro, lamentaron la decisión municipal y argumentaron que “desde el principio de esta tradición se cuida a los caballos”.
“En realidad ,todo el movimiento tradicionalista ama al caballo y considera que es indisoluble tanto la figura del gaucho argentino como la de su caballo, que lo acompaña en todo momento de su vida, en el trabajo y en la diversión”, explicaron los referentes de las organizaciones tradicionalistas.
A su vez, resaltaron que “esta peregrinación no tiene que ser prohibida, tiene que ser alentada tanto por la Iglesia como por el Estado, porque en ella está reflejada la esencia de los hombres de campo, de nuestro gaucho argentino, siempre de a caballo, que luchó, peleó, en los tiempos de guerra y aró e hizo de esta patria hermosa el granero del mundo”.
Desde ambos movimientos encendieron una alarma “porque se pierde esta peregrinación que es un hito dentro de la tradición gaucha”, aunque reconocieron que hay cosas por mejorar, como “aumentar controles para evitar el maltrato animal y la mala conducta de algunos participantes”.
Si bien los referentes de la tradición gaucha admitieron que algunos participantes de la perenigración tenían a los caballos en condiciones inadecuadas, dijeron que “castigar a todos los tradicionalistas que esperan Luján para ir a saludar, agradecer, pedir o cumplir una promesa a la Virgen Gaucha, por una pequeña porción de personas a las que no les interesa el bienestar del caballo, es similar al castigo que reciben los hinchas de fútbol por algunos grupos de inadaptados violentos”. Es decir: sería como prohibir el ingreso a los clubes de fútbol para intentar terminar con el problema de las “barras bravas”.
Los integrantes de El Rodeo y Martín Fierro explicaron que “hay muchos ejemplos de peregrinaciones a caballo, como la de la Virgen del Rocío en España, o la de la Virgen de Itatí o la del Gauchito Gil en Corrientes, a las que podríamos sumar, entre otras, la de la Difunta Correa en San Juan, y siempre encabezada por el gobernador provincial”.
Los tradicionalistas sostuvieron que “hay que seguir luchando, debatiendo y buscando la vuelta para que esto no muera. Seguiremos trabajando para que el año que viene se haga”, y remarcaron que estaban “en contra de las prohibiciones, pero a favor de se regule” el evento gaucho.
“Si las autoridades de Luján quieren encontrarle una solución sin perjudicar al resto, deberían, en principio, prohibir el ingreso de los carros con ruedas de automóviles y no a los que durante todo el año preparan a su caballo y van realizando la peregrinación a lo largo de varios días y con descansos para los animales, porque el caballo es parte de la familia”, sintetizaron.