La soja subió. El maíz subió. Córdoba es la principal productora de ambos granos. Era casi obvio que iba a suceder lo que está registrando la Bolsa de Cereales de esa provincia en uno de sus oportunos informes: siguiendo el derrotero al alza de los granos, también subirá el costo de alquilar campos para sembrar en la campaña 2021/22.
No tanto, no se asuste. Según el relevamiento de la BCCBA entre más de 200 colaboradores vinculados a la actividad, el arrendamiento agrícola promedio en esa provincia se ubicará en 11,5 quintrales de soja por hectárea, lo que implica una suba de medio quintal o el 5% respecto de la campaña anterior. Aunque no parece tanto frente a una soja de 500 dólares, se trata del “valor más elevado de las últimas diez campañas”.
De todas formas, dice el documento, medidos en dólares los alquileres se abarataría en unos 17 dólares por hectárea, ubicándose en torno a 362 dólares por hectárea. Esto, “como consecuencia de un menor precio esperado a cosecha”, se explicó. Es que los alquileres que se pactaron en las últimas semanas, antes de la siembra, se hacen pensando en las cotizaciones del poroto en abril/mayo de 2022, en tiempos de cosecha.
Como es habitual, los alquileres serán más elevados para los campos ubicados en el este y sureste de la provincia de Córdoba, pues allí las tierras son bastante más productivas. Los arrendamientos más caros se encontraron en Marcos Juárez, con un promedio de 17,5 quintales, seguido por Unión (14 quintales por hectáreas) y Juárez Celman (12,5 quintales por hectárea).
“A medida que uno se aleja hacia el norte y el suroeste de la provincia, se pueden observar alquileres más bajos, encontrando el mínimo en Río Seco (9 quintales por hectárea), seguido por Tulumba y Río Primero.
Solo en 2 de los 17 departamentos agrícolas se registra una disminución en el costo de la tierra: son Calamuchita y Colón, con una disminución de 0,5 quintales por hectárea.
Con respecto a la modalidad del arrendamiento, el informe de la BCCBA destacó que la más utilizada para la campaña 2021/22 es la de quintales fijos por hectárea, que es la que deposita el mayor riesgo en hombros del arrendatario mientras que el propietario cubre sus ingresos. La modalidad de alquiler a porcentaje “suele ejercerse en campos con menor potencial productivo”, se explicó.