Como en las sagas de las películas, esta nota merece un breve resumen: la carne subía de precio y luego de negociar únicamente con los frigoríficos exportadores del Consorcio ABC, el gobierno ordenó achicar las exportaciones de carne a la mitad, para que haya más oferta y bajen los precios en el mercado interno. En un rapto de honestidad intelectual, el ministro Matías Kulfas reconoció que esta no era la solución de fondo sino que había que incrementar la producción, para poder atender los dos flancos. Por eso convocó a una primera reunión con todos los sectores para elaborar un demoradísimo plan ganadero…
No se sabe si la propuesta de Kulfas es realmente sincera o un posicionamiento para las cámaras. Pero lo cierto es que la cadena de ganados y carnes, a instancias de la propia Mesa de Enlace, comenzó a elaborar un documento para dar con altura esa discusión. Este texto con “lineamientos” ya ha sido acordado acordado con la Mesa de las Carnes, que agrupa además a consignatarios y cámaras frigoríficas. También con el sindicalismo representado por Alberto Fantini. Y en el arranque de esta semana será presentado también ante el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), el sello más abarcativo del agro que muchas veces elije el propio gobierno para mostrar que “tiene diálogo” con el sector.
¿Querían lanzar un pan ganadero? Acá lo tienen.
“El presente documento responde a la necesidad de unir esfuerzos para que se pueda dar el puntapié inicial que deje atrás esta coyuntura y permita una mirada estratégica, porque eso es un plan”, arranca definiendo el documento que está puliéndose en todas las entidades de la cadena, y que de entrada le propuso al gobierno de Alberto Fernández “mirar con los faros largos”. Esta claro que los sectores empresarios creen que no fue lo que sucedió al aplicar los actuales cupos de exportación.
¿Y qué afirma el plan que comenzaron a escribir los técnicos de la Mesa de Enlace y que ahora está siendo consensuado con el resto del arco agropecuario?
En principio, un borrador del documento al que tuvo acceso Bichos de Campo, parte de hacer un diagnóstico de los factores estructurales que enfrenta la producción de carne vacuna.
Desde la oferta se destacan un traslado de los stocks hacia el norte del país, la mayor interacción con la agricultura y una gran heterogeneidad de los actores (con muchísimos productores pequeños).
Desde la demanda se destaca el nuevo rol de China en el mercado de las carnes y las transformación de las preferencias de consumo de los argentino. En este punto se destaca que el consumo per cápita de proteínas animales se ha mantenido, pero cambiando la composición de la dieta en desmedro de la carne vacuna y a favor de carnes sustitutas. Los ruralistas mencionan también las “nuevas modalidades” en el mercado local, en referencia al vegetarianismo, veganismo y flexitarianismo. “Obligan a actualizar nuestra visión tradicional sobre la importancia de la carne bovina en la dieta de los argentinos”, explican.
Dentro de la cadena de la carne, apunta el documento, hay grandes bolsones de informalidad, y por eso los ruralistas definen que “es imprescindible avanzar en la formalización de todos los actores de la cadena”. Aquí hay que destacar que el gobierno de Fernández y Kulfas fue el que interrumpió en buena medida la ofensiva que había sido lanzada por la gestión de Cambiemos, debilitando los controles.
“Argentina presenta crisis recurrentes macroeconómicas que afectan las decisiones de todos los actores de la cadena. Es preciso no perder de vista que la lucha contra la inflación no puede ser atacada desde una política sectorial, que resienta la producción y su horizonte, genere incertidumbre y comprometa sus puestos de trabajo”, es otra definición importante del plan ganadero del sector privado.
“La productividad ganadera está lejos del potencial, en muchos de los indicadores productivos. Como, por ejemplo, en tasa de destete, tasa de extracción, peso medio de faena, entre otros. Esta deficiencia también se advierte en los índices de productividad de los otros eslabones”, advierte.
Luego de un diagnóstico crudo (donde además se critica los bajos niveles de financiamiento y los pobres esfuerzos oficiales para abrir nuevos mercados), los técnicos de la cadena avanzan sobre lo que habría que hacer y lo que o habría que hacer.
En principio, queda claro, la Mesa de Enlace define que las exportaciones no deben tener retenciones y deben estar “abiertas a todos los actores (sin Roes, sin cupos y sin DJEC, sin suspensiones de cortes determinados que alteran el abastecimiento de mercados tradicionales e impiden optimizar la integración de la media res)”.
¿Y entonces? ¿Cómo generar mayor oferta para atender los dos flancos del negocio: el mercado interno y la exportación?
En el terreno de las propuestas, la mayoría de ellas son figuritas repetidas pero los sucesivos gobiernos kirchneristas siempre las desestimaron y tampoco tuvieron grandes avances en la gestión macrista. Mencionamos algunas:
- En principio se establece que el plan ganadero incluya a todas las carnes y no solo a la vacuna.
- Sancionar una nueva Ley federal de carnes que genere un status sanitario común, y termine con el doble estandar que existe ahora entre quienes trabajan para la exportación o el mercado interno.
- Mayor control de los municipios y provincias a los operadores para que respeten las reglas impositivas, laborales y sanitarias. En ese sentido, se pide extremar los controles nacionales sobre las llamadas “cooperativas de trabajo”.
- Insistir con la política de las “cajas negras” en los frigoríficos que inició la anterior gestión de Agricultura y que este gobierno casi ha discontinuado. También se pide retomar la iniciativa dela AFIP para implementar el Remito Electrónico de Carnes (REC).
- Se propone crear “un régimen tributario específico para los puntos de ventas minoristas”, ya que la mayoría de las carnicerías operan como monotributistas, lo que no corresponde con sus niveles de facturación.
- En vez de restringir la oferta se sugiere que para evitar el impacto de subas de precios se subsidie la demanda a través del reintegro de IVA en la tarjeta Alimentar u otras opciones.
- Se aconsejan políticas para ampliar la oferta de carnes disponibles en esos puntos minoristas, especialmente hacia la Carne Ovina.
- El documento propone “acordar un esquema que permita eficientizar la integración de la res, por ejemplo, mediante un sistema de troceo o cortes que sea eficiente y viable”. El gobierno ya decidió avanzar al cuarteo a partir de 2022, pero solo acordó con el Consorcio ABC. El resto de los actores pide ser consultado sobre los plazos y los modos de aplicación.
- Para los privados, además, se debe “aumentar el peso medio de faena” y para eso acuerdan que es necesario terminar con el “obsoleto esquema de distribución de la media res”.
- La Mesa de Enlace reclama también “mayor y mejor financiamiento con tasas y plazos acordes, con garantías no inmobiliarias e instrumentos novedosos y simples”.
- Obviamente hay un capítulo tributario que propone “eliminar o reducir” las retenciones y otros impuestos que desincentivas las inversiones en ganadería, como Ingresos Brutos o el Impuesto a los débitos y créditos bancarios.
- Se mete el plan ganadero privado en un tema espinoso para todos los gobiernos, ya que propone eliminar el régimen de protección a las curtiembres, que penaliza con Derechos de Exportación los cueros sin curtir.
- Mejorar la actividad del Senasa, promover las buenas prácticas ganaderas, mejorar los caminos rurales y los procesos de prevención del delito rural, en especial el abigeato, desarrollar campañas de promoción en el extranjero de todas las carnes y buscar abrir nuevos mercados como México, Corea del Sur, Singapur, Estados Unidos, Reino Unido y Japón.