Los organizadores dijeron que había en San Nicolás unos 10 mil vehículos, 200 jinetes de a caballo y 65.000 personas. Quizás haya sido exagerada esta última estimación, pero lo que realmente sucedió es que una multitud de gente llegada desde remotos lugares acompañó esta extraña convocatoria agropecuaria, originada en los productores autoconvocados y finalmente acompañada por los cuatro dirigentes de la Mesa de Enlace.
La magnitud de la convocatoria, que sin ningún tipo de rigor científico este cronista de Bichos de Campo ubicará en unas 30 mil personas, conformó entonces un hecho político de envergadura. De envergadura suficiente como para desbaratar cualquier jugarreta publicitaria preparada por el gobierno kirchnerista, que ya en los últimos días venía intentando endilgar a los organizadores una intencionalidad política partidaria, al vincularlos directamente con el macrismo.
Hasta anoche, los propios organizadores se entusiasmaban con que hubiera un piso de 5 mil personas en la manifestación y los más optimistas planteaban un techo de 20 mil manifestantes.
Si no se dieron cuenta que el campo está enojado en serio, los funcionarios se recibirán directamente de pelotudos.
Ni la presencia casi ridícula de Patricia Bullrich, que llegó de a poncho y caballo; ni aquel exabrupto infantil del comerciante que llegó de Cipolleti, Rio Negro, y mencionó a Cuba y Venezuela en su discurso; ni las acaloradas discusiones entre productores que reclamaban a los gritos un paro agropecuario por tiempo indefinido; ni los grupos de mujeres que tenían barbijos que decían “qué gobierno de mierda”. Nada de eso servirá para que los propagandistas del gobierno puedan mansillar una manifestación que resultó ser contundente, por lo numerosa y por lo pacífica.
Estoy en San Nicolás, acompañando a los argentinos que reivindican los valores de libertad que hicieron grande a nuestro país.#SinLibertadNoHayFuturo #9dejulio #VivaLaPatria pic.twitter.com/XY7BTnK8SO
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) July 9, 2021
La Mesa de Enlace -como representante con avales de ese colectivo agropecuario caótico y muchas veces inorgánico- recobró de pronto los brillos que había perdido por tanto tiempo de desuso. Salió ganando, blindada de apoyo para encarar sus nuevas negociaciones con el gobierno, si éstas sucedieran. Los grupos de autoconvocados también resultaron gananciosos: demostraron que pueden marcar el ritmo y ya no podrán ser ninguneados por los dirigentes.
Mario LLambías, el ex presidente de CRA en 2008, estuvo presente en el acto, junto a Carlos Garetto, ex de Coninagro; y Hugo Luis Biolcati, ex de la Sociedad Rural. Solo faltaba Eduardo Buzzi, el ex de Federación Agraria, que se ha pasado en los últimos días declarando en los medios kirchneristas que este era el acto de una minoría de productores acomodados que se manifestaban en contra de un gobierno peronista, quizás como parte de esa orquestación publicitaria que preparaba el gobierno para esmerilar las razones de la protesta agropecuaria frente a la opinión publica.
Pero si no se dieron cuenta que el campo está enojado en serio, los funcionarios se recibirán directamente de pelotudos. Y Buzzi estará entre ellos.
Muy bueno enpiesrn a participar a los jóvenes y estudiantes de la siudad a para qué tengan esperanza qué puede cambiar y a los jubilados ,trabajadores de la industria ciudadana