En mayo pasado, debido al cepo exportador implementado por el gobierno de Alberto Fernández, se perdieron divisas que podrían haber ingresado a la pauperizada economía argentina.
Hoy el Indec informó que el mes pasado el ingreso por ventas externas de carne bovina congelada, enviada mayormente a China, fue de 153 millones de dólares, una cifra 27% menor a la registrada en el mismo mes de 2020.
En lo que respecta a las exportaciones de cortes bovinos frescos, la mayor parte de las cuales no quedaron comprendidos en la prohibición oficial, en mayo pasado sumaron 55 millones de dólares, una cifra 67% mayor que la del mismo mes de 2020.
De todas maneras, las exportaciones argentinas totales alcanzaron 6764 millones de dólares el mes pasado, el mayor nivel registrado desde junio de 2014, gracias al aporte de los productos del complejo sojero.
Las exportaciones ascendieron el mes pasado un 33% respecto a igual mes de 2020, debido principalmente a un incremento de los precios (+35,9%), ya que las cantidades cayeron en un 1,9%.
En mayo las exportaciones netas de los principales productos derivados del cultivo de soja (poroto, aceite, harina y pellets de soja junto a biodiésel) registraron un superávit de 1975 millones de dólares (+270 millones de dólares que en mayo de 2020).
El dato es que las importaciones en mayo pasado crecieron un 62%, es decir, casi el doble que las exportaciones. Y ese incremento se explica por una suba del 40% en las cantidades y del 15% en los precios.
Es decir: el superávit comercial logrado en mayo pasado de 1623 millones de dólares se sostuvo sobre un factor coyuntural (el aumento de los precios internacionales de los commodities) y no sobre una mejor performance exportadora del país.
Otro detalle es que el segundo producto de importación en importancia el mes pasado fue el gasoil con una erogación de 191 millones de dólares, el cual podría haberse evitado con un mayor uso interno de biodiésel.