Hoy domingo terminó el cierre parcial de exportaciones que decidió el 20 de mayo pasado el presidente Alberto Fernández, pero mañana es feriado y tampoco podrán reanudarse los embarques normalmente. En el sector hubo rumores y versiones de anuncios durante toda la semana pasada, pero se espera que para el próximo martes el gobierno anuncie un nuevo régimen que, en definitiva, seguirá recortando las exportaciones de ese alimento.
Hasta antes de este intempestivo cierre, la Argentina venía logrando un récord exportador, ya que según el IPCVA (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna) se habían exportador 930 mil toneladas en los últimos 12 meses. Pero parafraseando a Mario Ravettino, presidente del Consorcio ABC, parece que “ya nada volverá a ser como antes”.
En este escenario, consultado por Bichos de Campo, el analista Víctor Tonelli evaluó quien hizo su evaluación del daño causado por la medida.
“Hay cuestiones que ya se rompieron y que difícilmente se logren reconstruir en el corto plazo. La primera es la confianza, tanto a nivel local como internacional”, definió de entrada.
Luego añadió: “A nivel local se rompió cualquier tipo de diálogo constructivo entre el gobierno y los sectores de la cadena de ganados y carne. Y más allá de que te inviten a una mesa, no se va a recuperar la confianza de creerle al otro que va a cumplir con medidas de este tipo”.
Para el analista, estas erráticas decisiones oficiales también dejarán lastre en el frente externo. Tonelli remarcó “la desconfianza que generaron estas medidas totalmente inconsultas e inesperadas, que dejaron de un día para el otro a clientes importantes de la argentina sin carne. Eso se quebró y es difícil de recuperar”.
Escuchá la entrevista completa:
El consultor -que fue coordinador técnico de la mesa de las Carnes durante 2015 y 2019, que fue un periodo de franco crecimiento de las exportaciones- dijo que la decisión de prohibir este flujo de comercio produjo daños en diferentes eslabones de la cadena sin que la medida generara el efecto supuestamente deseado, el de bajar el precio de la carne en el mercado interno. Por el contrario, la última medición del INDEC confirmó un fuerte aumento del 6% en mayo pasado.
¿Qué pasará de ahora en más? Según los trascendidos, el gobierno autorizaría un cupo de entre 50 y 60% de lo que se venía exportando, lo que incluiría la mitad de lo que se embarcando por fuera de las cuotas comprometidas con diferentes países, que quedarían exceptuadas del recorte.
“Todo dependerá de las medidas que tomen. Si son como han trascendido, impactará en el trabajo porque la industria exportadora tendrá una merma importante del uso de su capacidad instalada. Nadie puede mantener su estructura cuando lo que se va a exportar es el 60/65% (de lo que se venía vendiendo), así que el trabajador es la primera víctima de estas pésimas medidas. Y luego están los demás sectores incluyendo a la producción”, destacó Tonelli.
Que se lamentó: “Todo esto para no lograr ni un centímetro en la baja del precio al consumidor. Es irracional, innecesaria y de un daño tremendo sin que logre el objetivo”.
Tonelli explicó que en cuanto al mercado ganadero, el gran perjudicado será el criador, al que se le desplomó el ingreso por la venta de las vacas tipo conserva y manufactura que en los últimos días, en función de los rumores, recuperaron algo de valor. Pero las demás categorías se siguen comercializando en función de las necesidades y posibilidades de pago de la demanda, que soporta precios de 220 pesos por kilo vivo de animales terminados en el engorde a corral.
El analista del mercado agregó que la decisión de cerrar las exportaciones no tiene nada que ver con una supuesta intención de ayudar a que la población de menos recursos tenga un mejor acceso a la carne: “No le busquemos racionalidad a la toma de decisiones. Esta es una decisión política que no pasa por la Casa Rosada ni por el Ministerio de la Producción, y que tiene que ver con la estrategia de las elecciones. Esta es una decisión coyuntural y eleccionaria, porque las decisiones pasan por otro lado”, evaluó Tonelli, para quien el poder de decisión “no está en Alberto Fernández sino en el Instituto Patria”.
El analista se refirió también a la actitud de los exportadores nucleados en el Consorcio ABC, que convocados por el gobierno decidieron sentarse a escuchar y negociar una posible reapertura. Tonelli confirmó que “hay mucho enojo” con ellos y evaluó que “fue un error importante de los exportadores que de alguna manera se comieron el paraguas, creyeron que iban a poder manejar el tema y terminaron siendo víctimas, porque son los primeros a los que les pega el cierre”.
Todos pierden con las reglas de juego establecidas por el gobierno para el sector lechero
“Ahora los productores los ven como victimarios. Cometieron el error de ir solos en lugar de ir como Mesa de las Carnes o con representantes del sector privado más representativos, como es la Mesa de Enlace u otras entidades. Si hubieran ido con la Mesa de las Carnes otra hubiera sido la consideración de los demás actores respecto de ellos”, explicó.
Con relación al supuesto programa para el desarrollo pecuario o “plan ganadero” que anunciaría el gobierno, el especialista indicó que “los planes ganaderos se hacen sobre la base de confianza, compromiso, largo plazo, consenso de los involucrados”.
“Como nada de ello ocurrió porque la confianza se quebró el compromiso no existe, el largo plazo son las elecciones y no participó ningún actor real como entidades formalmente para mí no es un plan ganadero, por ahora no tengo más expectativas que esta”, fue lapidario Tonelli.